El Real Valladolid, a vencer el miedo a las alturas y al Tenerife

La frase hecha que afirma tener miedo a las alturas define la situación en la que alguien evita subirse a una superficie por encima del nivel del mar, o del suelo en la meseta castellana, por la incertidumbre que genera lo que pueda pasar. 

El Real Valladolid de Paulo Pezzolano atesora ese miedo cuando se enfrenta a un rival, que está por encima en la clasificación. En el caso de la visita de este sábado, 18.30 horas, ante el Tenerife, la diferencia no es notable, un solo punto separa a los isleños de los blanquivioletas, pero el factor mental está ahí. Aunque sucedió a domicilio en Zaragoza, después en Barcelona ante el Espanyol y recientemente ante el Éibar. Situaciones que debe superar un equipo teóricamente diseñado para ascender, y que genera dudas que ensombrecen las dinámicas pasadas. Pezzolano ya presumió de haber ganado seis de los últimos ocho duelos, pero la realidad es que los golpes permanecen y los triunfos, a los que moralmente están obligados, parecen caer en el olvido.

 

La Copa ha sido la medicina para restañar la herida causada en Éibar, donde el Real Valladolid fue vapuleado contra un conjunto armero que sacó las carencias del equipo. Ahora llega el Tenerife, otro hueso duro, que ya destapó el tarro de las esencias hace dos temporadas (victoria 0-2 en Zorrilla) y que amenaza con aguar ese renacer que promete Paulo Pezzolano. «Hay un lindo equilibrio frente a lo positivo, a lo negativo cuando sucede. Están los pies sobre la tierra, el equipo está bien y saben que lo que sucedió no fue algo normal, algo casual y queremos demostrar que estamos tranquilos». 

Ese varapalo, a su juicio tiene un culpable, en nombre del entrenador, por lo que considera que ahora deben pasar de «hablar a demostrar» que el equipo «está preparado». Recupera a Escudero, Gustavo, Moro y seguramente a Kenedy, aunque pierde por un periodo largo a Marcos André y Javi Sánchez, y por el momento a John.  Acerca de su  rival, el Tenerife en el que llegan dos ex, como Nacho Martínez y Waldo, destacaba «que es un equipo táctico en el que corren todos», y entre sus fortalezas destacaba que «tienen un gran delantero que puede pivotear y tienen buenos jugadores por dentro y por fuera». Precisamente su equipo ahora recupera a Moro lo que les permitirá dejar de estar «un poco desequilibrados por la izquierda» e insistía en la polivalencia de Anuar, casi recuperado al 100%. Renovar esa fortaleza grupal, que al menos en Zorrilla le ha permitido sacar partidos adelante es el reto que tiene el charrúa si quiere saltar a las alturas, sin miedo a caerse.