Real Valladolid, objetivo: extremos

Cuando comenzó la Liga, en las oficinas del Real Valladolid tenían claras las carencias de la plantilla , provocadas por la falta de inversión en verano. Hacían falta extremos puros, no jugadores caídos a banda. Futbolistas con la velocidad de Moro y mayor experiencia y habilidades que el filial Tunde, ante la incógnita que ofrecía y sigue ofreciendo Kenedy, con cero goles y cero asistencias.

Tres meses después los planes no han cambiado. Sí lo ha hecho la plantilla. Javi Sánchez no se ha estrenado esta temporada y hoy será operado. También lo hará en breve Marcos André, el llamado a ser jugador franquicia del equipo y que ya estaba marcando goles antes de su lesión de pie y tobillo.

El club ha decidido esperar para ver la evolución de estos y otros jugadores antes de mover ficha en el centro de la defensa y la punta del ataque. ¿Por qué? La respuesta es simple: se desea primar la calidad antes que la cantidad. Con el dinero aprovisionado para refuerzos de invierno, capítulo que ya estaba previsto en la contabilidad del club, se prefiere traer a pocos jugadores que a priori puedan marcar diferencias, antes que un puñado que apenas destaque de lo que hay en nómina.

El problema reside en el número de lesiones y su duración, dentro de una plantilla muy corta de 21 fichas

a la que una epidemia de bajas como la que actualmente atraviesa el club le deja tiritando. Estos dos meses hasta la apertura del mercado serán vitales para saber si el club puede decantarse por la calidad, como es su deseo, o se ve impelido a buscar cantidad por cuestiones de logística, como diría Pezzolano. Con una Liga tan larga  como la Segunda División, llegar justo de efectivos a la recta final es coquetear con el suicidio, y más si finalmente se juega la promoción. 

Hay jugadores como Juric que están acusando el machaque, y eso que su zona de juego es la más hinchada de futbolistas de toda la plantilla: el mediocentro.

El Real Valladolid se plantea por lo tanto la llegada de uno o dos extremos. También puede venir un lateral izquierdo que permita a Garri asentarse en el filial para poder jugar al fútbol y no obligar a Rosa a actuar a pie cambiado cuando haya que cambiar a Escudero. La evolución de las lesiones de Javi Sánchez y Marcos André en estos dos meses dictará la necesidad de reforzar ambas zonas. La zaga sobre todo está huérfana de un referente con dotes de mando.

También habrá salidas. Al menos una está definida: la de Malsa. Después de reiterados actos de indisciplina del francés y de hacerse pública su situación tras la comprensible reacción de Pezzolano, se ha llegado a un acuerdo de cese de hostilidades para que el jugador haga hasta enero el menor ruido posible y después acepte una de las numerosas propuestas de fichaje que tenía (en especial una millonaria de la MLS), una vez comprobado que pese a su actitud el club no le iba a dejar salir gratis, cuando le restan dos años y medio de contrato.

El parisino ha encajado mal en un vestuario que esta temporada no presenta las diferentes familias de otros años y es la única nota disonante en el mismo. Un buen grupo es fundamental para lograr el éxito en un campeonato tan largo... como también lo es contar con jugadores doblados en todas las posiciones.