Real Valladolid: más jefes que indios en su autocar

Paulo Pezzolano se llevó a Éibar en la última jornada a 20 jugadores, tres menos de los que permite la reglamentación de LaLiga. El hecho es curioso. Con cinco cambios, los entrenadores agradecen que se abra el abanico de posibilidad para las sustituciones.

El técnico blanquivioleta, no. Fue preguntado por ello en la sala de prensa de Ipurúa por el único medio presente en la misma, Radio Marca Valladolid. Su respuesta fue sorprendente. «Es por tema de viaje. Tema logístico interno que en esta situación no se podía, a mi entender, viajar todos». 

La explicación  no podía ser más ambigua, y se le pidió más concreción. «¿Es que no caben en el autobús?». Pezzolano siguió con su regate. «Tema interno. Cosas mías. A veces necesitamos un poco más de confort para los jugadores que viajan».

La respuesta era surrealista, ya que el autocar del Real Valladolid está en la línea de los mejores del fútbol español en cuanto a comodidad y condiciones de viaje. Tanto es así que su número de plazas, que en vehículos de este segmento oscila entre las 50 y las 54, está reducido a 41.

En este caso el acierto estaba en la pregunta, ya que  no viajaron más futbolistas porque no cabían. La causa es que Pezzolano, con total poder para decidir quiénes componen la expedición, se llevó nada menos que a 18 asistentes. Sumando a estas 19 plazas las dos de los directivos que habitualmente acompañan al equipo (en este caso fueron director del Gabinete de Presidencia, David Espinar, y el director deportivo, Domingo Catoira), sólo quedaba espacio para 20 jugadores.

En Zorrilla ya llama la atención el número de asistentes que se sienta en el banquillo, pero Pezzolano parece dispuesto a exportar esta costumbre. Y vista la derrota por 5-1, no parece que la profusión de ayudantes diese ningún resultado.

Lo curioso es que en la misma rueda de prensa Pezzolano, en plena contradicción, se quejó de su escasez de recursos. «Sabemos que es una plantilla corta. Hay que fortalecer lo que está faltando en el próximo periodo de pases».

Y aún tiró más tierra encima de su decisión. «Venimos de una semana de jugadores con muchos virus. Hay un virus estomacal y se lo agarraron muchos. Masip no podía ni estar en el banco, el pobre, y ahí estuvo con los compañeros. Kenedy tuvo fiebre y vómitos». 

Pezzolano pudo, y quizá debió, llevar un tercer portero, pero no lo hizo. Tampoco viajó Garri, que pudo jugar por Escudero.