Diario de Valladolid

BALONMANO / LIGA ASOBAL

El Recoletas, ahogado por su portería

El Recoletas Atlético Valladolid menosprecia a un férreo Puente Genil atascándose en ataque en la segunda mitad y sin la colaboración de Yeray y César Pérez atrás / El equipo de Pisonero echó en falta la lucidez de Afonso Lima, baja en tierras cordonesas

Dimitrievski busca un pase tras ser tocado por Marcio Silva. / LOF

Dimitrievski busca un pase tras ser tocado por Marcio Silva. / LOF

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Guillermo Velasco
Valladolid

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El Recoletas Atlético Valladolid truncó su buena dinámica en el campo de uno de los pasajeros del furgón de cola, un Puente Genil sobre el tapete con peor plantilla pero que supo sacar rédito al ADN  de su entrenador Paco Bustos.  Y lo malo de todo es que se sabía que había que ser capaz de sobrellevar la dureza intensa, a veces subida de tono del conjunto cordobés.

EL MUNDO

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Pero no fue el día de un Recoletas espeso y sin la lucidez de otros días, que abusó del ataque por el centro y en el que sus dos abrelatas, los centrales Pisonero y Freitas, ante la ausencia del tercer jinete, Afonso Lima,  fueron un islote (4 goles cada uno) en la inmensidad del mar. Porque aún sin grandes alardes el conjunto de David Pisonero fue capaz de llevar las riendas del partido ante un pegajoso e insistente rival sujetado por su portero Ben Takaya , privilegiado y excelso flotador del equipo durante buena parte del encuentro.

De poco, al final de nada, sirvió marcharse al descanso con dos goles de renta (12-14) como tampoco bastó abrir una brecha de cuatro goles (12-16)  que debió partir en dos la resistencia de Puente Genil. Una falta en ataque de un quizás ansioso Freitas para poner al equipo cinco arriba fue el principio del fin. Porque   el equipo se quedó ciego abriendo de nuevo el gran interrogante de por qué un jugador que era la estrella del equipo y tenía todo el futuro por delante como es el zurdo Miguel Martínez, tiene ahora un papel residual dentro del equipo. 

El Puente Genil tan solo tuvo que ahondar en una herida, la portería de su rival, que hacía sangrar a la defensa de los gladiadores azules sin remedio. Ni César Pérez ni Lamariano pudieron aportar esta vez un grano de arena para hacer montaña. Apenas una decena de paradas que evitaron la reacción del Recoletas cuando Puente Genil se puso por delante en el marcador en el ecuador de la segunda mitad. Y sin portería, los gladiadores son menos gladiadores enviando un claro mensaje para navegantes de cara al futuro.

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