Diario de Valladolid

FÚTBOL / Real Valladolid

El laberinto de Marcos André

El jugador no escondió su enfado por la suplencia pero Pezzolano cuenta con él y con Moro como revulsivos, a pesar de ser los jugadores diferenciales de la plantilla

Marcos André celebra junto a Cédric el gol que dio la victoria al Pucela en Oviedo. IÑAKI SOLA / REAL VALLADOLID

Marcos André celebra junto a Cédric el gol que dio la victoria al Pucela en Oviedo. IÑAKI SOLA / REAL VALLADOLID

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Arturo Alvarado
Valladolid

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Unos pueden decir que el Real Valladolid suma dos victorias consecutivas que le han dado 6 puntos en la clasificación y en los que ha dejado su portería a cero. Irrebatible.

Otros argumentan que el conjunto blanquivioleta ha jugado de forma seguida ante los dos últimos clasificados de Segunda División y ha debido esperar para ganarlos a los minutos 89 y 91, respectivamente. Una afirmación también irrebatible.  

Entre ambas impresiones, soportadas por las cifras para los dos grupos de aficionados, navega el Real Valladolid de Pezzolano. Un conjunto que deberá decidir en los próximos  tres partidos, a disputar en ocho días, si su último pleno de puntos ha sido un espejismo por el potencial de los rivales, o bien es el punto de inflexión para un equipo que intenta ensamblar sus piezas con la temporada en marcha.

Habitualmente las revoluciones, también en el fútbol, cuentan con líderes, pero en este Real Valladolid hay pocos e intermitentes. Monchu, Escudero o Juric intentan echarse el equipo a la espalda, pero su madera no es de cabecilla.

Y en esta revolución sin referentes esenciales, existen dos jugadores destinados a marcar diferencias en ataque: Marcos André y Moro. No hay un delantero en la plantilla tan dotado como el brasileño. No existe un extremo tan  rápido y con tanto desborde y sentido del juego como el barcelonés.

Sin embargo ambos son suplentes. Marcos André llegó tarde y no disputó completos sus tres primeros partidos, ante Albacete, Elche y Cartagena. Entre su puesta a punto y los problemas físicos experimentados antes del choque frente a los murcianos, su suplencia era asumible. También para él.

Pero no en Oviedo. Marcos André llegó a tope al encuentro y se encontró de nuevo con el banquillo. Disputó los últimos 21 minutos con un enfado considerable, que ni siquiera mitigó el gol salvador, obra de una gran jugada individual. 

Las palabras de Pezzolano tras el encuentro no aportan sosiego en este aspecto. «Tenemos que hacerlo efectivo los minutos que esté al cien por ciento. Es un jugador que desequilibra mucho. Tiene unas cualidades que podemos aprovechar en los últimos minutos, no tiene por qué ser de inicio, si no le da hoy en día para jugar los 90. Fue una decisión mía que estuviese en el banco».

Y le salió bien al míster... con el riesgo de dar entrada a Marcos André con el marcador en contra y de que no siempre suene la flauta con goles en los minutos postreros. Al menos el técnico anuncia que cuando lo vea bien físicamente, jugará como titular.

El caso de Moro es el de una víctima del cambio de formación. Uno de los futbolistas que más llamaron la atención en pretemporada refrendó su buen nivel como extremo rápido, con desborde y buena capacidad de centro en los primeros encuentros. Nadie se iba con su facilidad excepto Tunde, menos dotado de cara a resolver la jugada.

El paso al  5-3-2 cercenó su acceso a la titularidad en los tres últimos encuentros. Con laterales largos, el papel de Moro es el de salir de refresco en las segundas partes, aprovechando el cansancio rival. El mismo Pezzolano dijo en una rueda de prensa verlo como «revulsivo».

Tanto él como Marcos André están llamados  a ser protagonistas pero su actual rol es el de actores de reparto. El tiempo dirá si lo que Pezzolano pretende primero asentar el equipo desde atrás para después dotarlo de mayor pegada ofensiva, a medida que esté más conjuntado, o bien ha encontrado en esta vía de juego una seguridad que, en los dos últimos partidos, se ha logrado con goles en los minutos finales. 

Una lotería que escasas veces toca... cuyo bombo pondrán a prueba en esta próxima semana equipos mejor situados en la clasificación. Incluso Mirandés, en  zona de descenso, saca cuatro puntos a Cartagena y Oviedo, colistas y únicos con 3. El Eldense es decimosexto con 8, mientras que el Burgos lleva los mismos 10 que el Real Valladolid, pero marcha por delante gracias al golaveraje. Aun así ninguno es de la parte alta y habrá ocasión para escalar. 

ANDORRA, DOMINGO A LAS 21 HORAS . El Real Valladolid recibe al único equipo no español de la categoría el domingo 22 de octubre, a partir de las 21 horas, en partido correspondiente a la 12ª jornada.

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