BALONCESTO / TROFEO DIPUTACIÓN 'ALIMENTOS DE VALLADOLID'
El Real Valladolid Baloncesto, al rincón de pensar
El equipo de Paco García encadena la tercera derrota consecutiva en pretemporada en el Trofeo Diputación celebrado en Zaratán ante Ourense, que venía de caer por 50 puntos ante el Breogán / La pobre aportación de los pívots y la poca verticalidad de los bases pone en bandeja el triunfo a su rival, que aprovechó los numerosos tiros liberados
¿Pesadez de piernas, menosprecio a un rival que venía de perder por 50 puntos ante el Breogán en la Copa de Galicia, simplemente un mal partido, otro tras el del Tizona o simplemente otro banco de probaturas? Lo cierto es que a poco mas de dos semanas para el inicio de la LEB-Oro, al UEMC Real Valladolid Baloncesto le cuesta carburar.
Si en la Copa de Castilla y León quedó en evidencia por su pobre predisposición defensiva, en su cuarto test evaluatorio en Zaratán ante Ourense mejoró (ligeramente) en esta faceta en un partido convertido durante muchos minutos en correcalles, pero se ahogó en ataque, al menos en la primera mitad.
Y es que los pupilos de un disgustado Paco García, tan solo llevaban 22 puntos, por 32 de su rival. Escopetas de feria (2 de 14 en triples) con roles de responsabilidad confundidos o mal asignados en varios jugadores.
Ourense, al tran tran y sin hacer grandes cosas (lo mejor sin duda fue la defensa a hombre balón y a las líneas de pase), puso en aprietos, con 5 triples liberados, a un UEMC Real Valladolid que se fue al descanso diez puntos abajo (22-32).
El equipo necesitaba activación y tras la más que lógica filípica del descanso el UEMC tuvo trabajo extra a cargo del preparador físico antes de salir al campo. Tampoco pareció bastar como tampoco sirvió que Paco diera su brazo a torcer utilizando el recurso de los tiempos muertos, desactivado en la Copa CyL.
Con 14 puntos abajo (28-42)y totalmente atascado en ataque, el Real Valladolid pareció tocar fondo. Era una cuestión de despertar. Y ese ring coincidió de la forma más inesperada con un 3+2 (triple más falta en el rebote a N’Guessan, que materializaba los tiros libres) para menguar la desventaja a un 39-45. Escaso pero al menos más lógico. La intensidad de Puidet, impagable, sirvió para contrarrestar el serio partido de Ourense con Palazuelos de líder. Pero era una cuestión de continuidad y el Real Valladolid, por el motivo que fuera, volvo a dar un paso atrás, quizás para poder crecer aunque... con un cambio radica de concentración defensiva y puntería en ataque. Ourense fue mejor y ganó. Solo los destellos puntuales evitaron un sonrojo mayor. Con poco o con menos que el Real Valladolid, Ourense, con el pase extra por bandera, se llevó un triunfo que lleva a su rival, programado o no, al rincón de pensar. La poca verticalidad de los bases unido a la paupérrima productividad en la ‘pintura’ dejó en bandeja el triunfo a un serio Ourense que aprovechó los muchos tiros liberados.