FÚTBOL / REAL VALLADOLID
El 'efecto Pezzolano', el único escape de Pezzolano
El regreso del entrenador al banquillo tras cumplir su sanción de cuatro partidos debe de ayudar a variar el rumbo del alicaído e irreconocible Real Valladolid con cambios también tácticos
Pezzolano da instrucciones a pie de campo en un partido de la pasada campaña antes de ser sancionado. / LALIGA
«El mal no está en tener faltas, sino en no tratar de enmendarlas». Esta conocida máxima de Confucio obliga a un cambio de rumbo radical no solo al Real Valladolid en este decepcionante arranque liguero sino también a su entrenador Paulo Pezzolano, en el ojo del huracán.
El técnico uruguayo está obligado a rectificar. Porque gobernar es rectificar como decía el filósofo chino. Un Real Valladolid abierto en canal en las tres últimas jornadas tras el victorioso y a la vez engañoso debut ante el Sporting que acabó convirtiéndose en flor de un día. Porque el Real Valladolid de Pezzolano, sin Pezzolano (por esa sanción de cuatro partidos arrastrada de la pasada campaña) ha dejado una pobre imagen que abre el gran interrogante de saber si es porque el equipo no da para más, con poco gasto, más bien mísero gasto y pérdida de calidad con las salidas que han servido para hacer una caja que apenas se ha tocado (apenas 2,8 millones de inversión) o porque el sistema y la filosofía de juego del entrenador no es la adecuada.
EL MUNDO
El partido ante el Elche ejerce de auténtica reválida para un entrenador marcado que no fue capaz de salvar un equipo que estaba fuera del descenso cuando llegó la pasada campaña a diez jornadas para el final, y que en el arranque, pese al viento a favor mostrado por la masa social con más de 22.000 abonados, el equipo sigue , como la pasada campaña, de forma incomprensible gripado .
Pezzolano es consciente de que su actual sistema de jugar no funciona . Al menos en este fútbol, en esta Liga de Segunda División. Poca verticalidad, poco trabajo en el eje central, posesión sin intimidación, nulo a balón parado, roles mal repartidos, vulnerable en defensa provocado por el empecinamiento de querer jugar a ser ‘inventor’...
La cuerda amenaza el gaznate del entrenador, pese al intento baldío del director deportivo Domingo Catoira , de mostrar una confianza arrancada de cuajo a las primeras de cambio. El domingo ante el Elche paulo Pezzolano está obligado a reaccionar en la pizarra con una variante táctica que haga al equipo menos previsible, para evitar que el público se vuelva contra el palco y a la postre, como acabó ocurriendo con Pacheta, contra él mismo.
A su favor el uruguayo sale de la ‘pecera’ tras la sanción para volver a insuflar esa energía y efervescencia desde la banda que puede motivar, despertar y hacer reaccionar al equipo a pie de campo. Es su última o penúltima bala. Así de real, así de claro, así de evidente.