Un Aula vertiginoso se gusta y aplasta al potente Rocasa (41-24)

Es sin duda, por fin, otro Aula. Ya lo dijo Peñas. "Dadme tiempo para este equipo... " Un Caja Rural Aula más hecho, más maduro y construido sobre un armazón tremendamente elaborado. Era una cuestión de tiempo, de saber esperar y sobre todo de saber confiar en la varita mágica de Miguel Ángel Peñas, el arquitecto ideal para poder seguir creciendo. 

Una cuestión de tiempo que, por lo visto, este año ha tenido. Tras su estreno victorioso en Oviedo, el Caja Rural Aula suma en plena borrachera de las Fiestas su segundo triunfo ante el potente Rocasa. y lo hace como una auténtica apisonadora,  por la vía rápida y como más le gusta, subido al tren del vértigo, de la velocidad, de ese ritmo imposible de seguir. El Rocasa lo intentó y... desfondado, lo acabó pagando.  

Tras una primera mitad coral y sin duda para enmarcar (20-12), el equipo de Miguel Ángel Peñas, lejos de relajarse, no dudó en meter otra marcha más a su infernal rodillo para asfixiar a un Rocasa al que no le quedó más remedio que arrojar la toalla. El reparto de minutos y protagonismo en el Aula fue sin duda su gran valor en este partido Porque olvidó la extrema dependencia de la posiblemente mejor jugadora, María O'Mullony, Ayer acompañada no por una jugadora sino por muchas. Ayer todas, absolutamente todas, cada una jugando y asumiendo su rol dentro del equipo, fueron O'Mullonys.

Porque Jimena Laguna se disfrazó de goleadora, porque Elba sacó su potencia a relucir, porque las continuidades de la primera a la segunda línea abrieron una grieta en la defensa canaria que acabó siendo una auténtica pesadilla. Una borrachera de goles en plenas Fiestas. ¿Qué más se puede pedir? Poco, nada.  El 41-24 lo dice todo y en voz alta. ¡Este Caja Rural Aula quiera más este año!