CICLISMO / VUELTA A ESPAÑA
Pucela se echa a la calle con La Vuelta
La contrarreloj aumentó el ansia de disfrute de una ciudad en fiestas que aprovechó el sol y el calor recuperados para seguir de forma masiva la etapa a pie de asfalto
Valladolid está en fiestas pero ayer fue una fiesta en sí misma. La ciudad vivió en la calle la llegada de La Vuelta a España, aprovechando el primer día sin fríos, nublados ni lluvias desde que comenzaron las ferias de la Virgen de San Lorenzo.
Una contrarreloj es algo especial. pues el ciclismo se apodera del escenario durante horas, en vez de minutos. El goteo de ciclistas, en lugar del chorro, provocó que Pucela fuese durante la mañana y primera hora de la tarde un estadio o un pabellón de dimensiones colosales donde se desarrolló una competición de élite.
La salida en el paseo de Isabel la Católica estaba abarrotada, al igual que la meta de la plaza de Zorrilla. Muchos de los habitantes de ambos escenarios fueron los mismos, que se cambiaron de ubicación para ver por dos veces a los ciclistas.
También estuvo muy poblado el paso de Zorrilla. E incluso la zona del Pinar registró un elevado número de espectadores, para tratarse del extrarradio. No hubo zonas en los 25,8 kilómetros de recorrido en que los ciclistas pudieran sentirse solos. Valladolid es ciudad ciclista y volvió a demostrarlo once años después del último paso de la gran ronda española por sus calles.
La única e inevitable cruz en un día parta la fiesta fueron los problemas circulatorios. Los conductores ya estaban avisados con mucha antelación y hubo numerosos atascos, pero no se llegó al caos circulatorio. Las circunvalaciones VA-20 y VA-30 descargaron grandes cantidades de vehículos para desplazarse de un punto a otro de la ciudad. Los conductores asumieron en su casi totalidad con compresión el gran número de calles cortadas.