BALONCESTO | LEB ORO
Lotanna Nwogbo pone la guinda a la plantilla del UEMC Real Valladolid
El pívot internacional de 2.04 metros refuerza el juego interior y cierra la plantilla / Viene de promediar 10 puntos y 4,7 rebotes en Coruña
Lotanna Nwogbo en su etapa en Leyma Coruña. / E. M.
La ‘Paconeta’ ya cuenta con los 12 pasajeros necesarios para lograr el objetivo de la temporada en la LEB Oro. El UEMC Real Valladolid Baloncesto se ha movido rápido, y a un mes del inicio de la pretemporada, ya cuenta con la plantilla al completo. La guinda es Lotanna Nwogbo, el pívot dominador que buscaba García para sellar un plantel de garantías y muy equilibrado en todas las posiciones.
El americano, nacionalizado con Nigeria, procede de Leyma Coruña donde firmó 10 puntos y 4,7 rebotes de media la pasada temporada.
Se trata de un gran reboteador y finalizador cerca de la canasta, con movilidad y capacidad para jugar por encima del aro e intimidar atrás.
El nuevo jugador blanquivioleta comenzó su formación en la Universidad de Tulane, en los Green Wave de NCAA, la élite universitaria de Estados Unidos, y disputó allí sus dos primeras temporadas. Para las dos siguientes en su etapa formativa, Lotanna Nwogbo firmó por los Longwood Lancers, donde despuntó con 15.7 puntos, 8.1 rebotes y 17.7 de valoración de media en su último curso. Pasó por Argentina
en las filas del Gimnasia Indalo, dio el salto al Deportivo Viedma, y posteriormente aterrizó en Japón, en los Sendai 89ers, para regresar después a Sudamérica y de la mano del Club Deportivo Valdivia de Chile. En Argentina firmó 15,8 tantos de media con el
Club Atlético Atenas y fue nombrado Jugador Importado del Año y elegido en el Equipo Ideal de la Liga.
De Argentina aterrizó en Turquía, en el Yeni Mamak Spor Klubu de la segunda división otomana. De nuevo, Lotanna Nwogbo brilló y registró unos guarismos fantásticos con 16.9 puntos y 7.1 rebotes por partido.
Es en marzo de 2020 cuando el jugador norteamericano desembarca en España, en las filas del Leyma Coruña, después de unos meses entrenando sin equipo por el parón del Covid-19. En Riazor, así, volvió a demostrar su poderío con 11.5 puntos y 4.4 rebotes por partido (12.4 de valoración) y añadió a su pasaporte el cuarto continente en el que ha jugado tras hacerlo en América, Asia y África, con su selección nacional.
El nivel mostrado en una liga como la LEB Oro le catapultó al Donar Groningen de la prestigiosa BNXT League, que engloba a Bélgica y los Países Bajos. Esta campaña el nuevo fichaje blanquivioleta también compitió a nivel continental, jugando la FIBA Europe Cup (la segunda competición europea de la FIB) e irrumpiendo con fuerza en cinco partidos con medias de 13.6 puntos, 5.8 rebotes y 1.4 asistencias (15 créditos de valoración). En la liga doméstica, Lotanna Nwogbo dejó un formidable promedio de 11.1 tantos y 5.3 rebotes.
Tras una nueva aventura añadiendo otro país a su alargado pasaporte profesional, el jugador norteamericano regresó a España, al Leyma Coruña de nuevo, con quien disputó esta última campaña. ¿Sus números? 10 puntos, 4.7 rebotes y 0.7 tapones y la enésima demostración de sus condiciones bajo los aros.
Para Nwogbo será una temporada de «grandes expectativas para esta temporada, Valladolid siempre ha sido competitivo en los años en los que he jugado en la LEB y no va a ser distinto este. Estoy con ganas de ponernos a trabajar y ver cómo de especial va a ser este curso».
Para su nuevo técnico, Paco García la llegada del pívot permite «completar una plantilla con muchas aspiraciones. Encontramos en Lotanna a un jugador interior de verdad, que domina las dos zonas, con capacidad para jugar en el poste bajo, para taponar, rebotear, un jugador que da espectáculo para el aficionado y que creemos que cierra una plantilla de muy buen nivel para competir por todo en esta liga que se nos avecina».
El club destaca que ha sido una negociación larga, de mucha paciencia y que permitirá enganchar al aficionado con su juego: «Al igual que sucedió con Devin Schmidt en la posición de escolta titular, en el puesto de ‘cinco’ titular el Club también se marcó el objetivo de poder conseguir un jugador que fuera bueno para el equipo y que fuera una referencia ilusionante para la afición por ser alguien conocido por su estilo de juego», remarca Pepe Catalina.