Petardazo del Real Valladolid en su estreno en pretemporada

El tópico de falta de rodaje se cumplió en el estreno del Real Valladolid de Paulo Pezzolano en Ávila donde el equipo jugó a ráfagas, y donde se pudieron ver algunas de las intenciones del técnico uruguayo en un partido donde el Leganés dio un revolcón a los blanquivioleta, con muchas ausencias y dejando claro que muchos jugadores tendrán que coger las maletas en busca de un destino. 

Un once con hasta siete jugadores con ficha del filial y con Asenjo, Rosa, Escudero, Monchu y Kenedy completando el equipo. Ya lo avisó en la previa que quería un equipo con balón, protagonista, y cuando no lo tuviera con una presión alta que le permitiera inquietar al rival. Ante el Leganés el equipo, con exceso de carga física, lo puso sobre el césped a cuentagotasy solo en la primera mitad. Es cierto que tuvo más el control del balón que su rival, con Monchu como ancla por delante de la defensa y con los JASP, Maroto y Chuki, dos jóvenes sobradamente preparados, que tuvieron como aliado a Kenedy, que dejó muestras de su calidad, aunque al ralentí.

El primer avisó lo daba él. En el otro área Asenjo tuvo que salvar un mano a mano a Raba y el Leganés golpearía después. Un balón suelto a la frontal, tras una falta, lo empalaba Álex Gil al fondo de las mallas para hacer el 0-1. No cambiaría el guión con un Real Valladolid poco profundo y que igualaba con un disparo seco de Maroto que golpeaba en la base del poste e iba para dentro. Pezzolano activó a sus jugadores en la pausa de hidratación para recuperar esa presión alta, pero las piernas empezaban a fallar. El Leganés lo aprovecharía con un balón doblado que el ariete Diego García golpeaba a gol. 

El carrusel de cambios en el descanso ofrecía un equipo completo, con nueve jugadores, todos menos Rofino y Rosa que siguieron, pero el Leganés asestaría dos golpes más a la mandíbula con un Raba estelar, autor de tres asistencias. Primero era Poveda el que aprovechaba un error de Malsa en la salida de balón par abatir a Masip y después Sáenz, remataba a placer una falta lateral botada por Raba.

Un partido sin ritmo, con continuos parones por los cambios del Leganés que enervaron a Pezzolano, muy crítico con el cuarto árbitro, y con Real Valladolid más desdibujado porque ni Malsa ni Frimpong, ni Vallejo, de mediapunta, eran capaces de triangular. Maroto con un disparo alto, y después León, en una acción individual estuvieron a punto de acortar la diferencia. Debutaron dos de los fichajes, Boyomo con 45 minutos en una actuación muy discreta, y Raúl Moro, que apenas gozó de los últimos seis minutos de partido y solo se llevó un codazo de Nyom. 

Paulo Pezzolano tiene mucho trabajo por delante y urge la llegada de fichajes que den más identidad a un equipo que echó en falta a jugadores llamados a ser importantes. Hasta 11 bajas tuvo en Ávila, Iván Sánchez y Luis Pérez, de última hora.  A veinte días del debut el equipo necesita mejorar.