DEPORTE FEDERADO
La Universidad de Valladolid ante un giro obligado al deporte federado
Un informe de una auditoría determina que el club, CD Universidad ,que acogía desde hace cinco décadas hasta 11 equipos federados, no debe de estar bajo el amparo de la UVa / El reseteo cambia el modelo, a partir de ahora bajo concurrencia competitiva / La UVA no tendrá ya equipos, los externaliza y ejercerá de patrocinador
El deporte en la Universidad de Valladolid, al menos en cuanto al federado y que hasta la fecha y desde hace nada menos que cinco décadas estaba ligado al club CDU (Club Deportivo Universidad) cambia de rumbo obligado por su gabinete jurídico.
Los equipos federados de la Universidad de Valladolid, integrados en el CD Universidad, club polideportivo más importante y más grande de Castilla y León en cuanto a número de equipos y disciplinas deportivas desarrolladas, pasan por un momento más que delicado. Su modelo de gestión sufrirá un cambio radical. De golpe y porrazo.
Adiós al CDU, al CD Universidad de Valladolid o cuanto menos adiós al amparo y cobijo directo, por parte de la Universidad de Valladolid como venía haciéndose hasta la fecha desde los años 70. Tras una auditoría solicitada, un informe no permite ya a la Universidad de Valladolid seguir manteniendo al Club Deportivo Universidad de Valladolid bajo su regazo.
El CDU tiene que ser considerado como un club más, como una entidad más que opta a la oferta deportiva ofrecida o propuesta por la UVa. Este informe contable indica que para hacer llegar dinero a un club tiene que ser mediante concurrencia competitiva, o lo que es lo mismo, abierto a cualquier club o entidad que quiera licitar u optar a ese dinero y cumpla los requisitos.
Tras este informe que obliga a un reseteo inmediato en cuanto a la gestión del deporte federado dentro de la Universidad de Valladolid (cabe recordar que a través del club, CDU, tutela hasta 11 equipos de varios deportes), desde la propia UVa se están buscando fórmulas para seguir sosteniendo a los equipos económicamente sin tener que hacerlo vía CD Universidad. Haciendo caso al auditor está buscando la forma para ajustarse a una realidad que no es otra que la propia legalidad.
La vicerrectora de Comunicación, Cultura y Deporte, Carmen Vaquero, así lo atestiguaba ayer a este periódico. «Un informe nos obliga a corregir la forma de gestionar los equipos deportivos federados. Estamos buscando las fórmulas para hacer compatible el club (CDU) con la normativa vigente. Pero es una cuestión de que hay que sacarlos a concurso, bajo concurrencia competitiva».
Carmen Vaquero indica que «los deportistas universitarios no quedarán desprotegidos» y que «se está articulando un procedimiento para que el propio CDU o cualquier otro club se hagan cargo de esos equipos pero siempre bajo concurrencia competitiva y bajo igualdad de oportunidades. Esto quiere decir que el CDU tendría que pasar ese concurso. Tendría que reconstituirse y fuera de la UVa».
La Universidad de Valladolid, ante ese obligado cambio de modelo se ha fijado en el Programa Cantera de la Junta o en los modelos de deporte federado de las universidades de Castilla y León. Así, tanto en Burgos como en León trabajan con este nuevo modelo, sin implicación directa de la Universidad y solo a través de patrocinio. Otras universidades como la UCAM de Murcia también se basan en esta línea, con convenios con diferentes clubes con patrocinio a cambio de llevar el nombre de la universidad.
El stop al actual modelo de deporte federado en la UVA ha obligado a los equipos federados de la UVa y a sus entrenadores, que cobraban a través del club y por ende a través de la UVa a buscarse acomodo fuera del CDU. Lluvia de ofrecimientos en los últimos días a otros clubes en baloncesto, balonmano, fútbol sala, voleibol... en busca de cobijo. Y todo a cambio de un patrocinio garantizado, al menos para la próxima temporada y todavía por determinar pero que en un principio no superaría la cantidad de un contrato menor (15.000 euros) para poder ser por concurrencia competitiva y no como una licitación. Una mera cuestión de ajustarse a la legalidad. Un patrocinio, por otra parte, con unos condicionantes para los que acoja en su seno a estos equipos sumidos en el limbo (poner el nombre de la UVa, que un número determinado de jugadores sean universitarios...).