Pucela: El llanto de una afición, el dolor de una ciudad

El Real Valladolid jugará en Segunda la próxima temporada 2023-2024. No hay más. El partido ante el Getafe confirmó un descenso que se podía vaticinar viendo la dinámica que el equipo arrastraba desde hace semanas. La victoria ante el Barca otorgó una esperanza que se difuminó con el empate en Almería porque a pesar de depender de sí mismo, a los jugadores les temblaron las piernas en el vital partido ante el Getafe con más de 25.000 almas y todo a favor para lograr el objetivo.

La afición no pudo hacer más, les llevaron en volandas literalmente hasta el estadio, pero en el césped ellos ya no podían meter el gol de la permanencia. La animación no falló tampoco en el interior del templo y fueron el verdadero jugador número 12 hasta que acabó el partido y los llantos se apoderaron de las gradas.

Las imágenes de los llantos en las gradas y en el césped confirmaban el drama en Zorrilla un año y seis días después de haber celebrado en el mismo escenario un ascenso, ahora la situación era totalmente opuesta con una caída a la categoría de plata del fútbol español. 

Solo 22 minutos de los últimos 90 , más si se incorpora el añadido, estuvo el Real Valladolid en Primera, y fue por mérito del Espanyol, no propio, al ser incapaz de disparar ni siquiera a portería. Los resultados le dieron la razón en la segunda mitad en dos ocasiones, con sendos tantos pericos, pero en el minuto 87 la igualada de Embarba, en terreno ajeno, le mandaba al pozo de la Segunda.

Son dos descensos en tres años para Ronaldo Nazario como presidente que lejos de asumir responsabilidad ha cargado este lunes contra el arbitraje, parte de la afición y ha mantenido su discurso de 'estar solos' en su lucha contra todo y contra todos.