FÚTBOL / REAL VALLADOLID
El Real Valladolid pierde ante el Valencia en el minuto 93
Pezzolano cosecha su primera derrota al frente del equipo blanquivioleta con un gol encajado en el minuto 93 por medio de Guerra / Larin adelantó al Pucela y un enorme error de cálculo de Masip propició el empate
Larin celebra su gol.
El Real Valladolid de Pezzolano cosechó su primera derrota en la Liga. Llegó como más duele: siendo remontado y en el tiempo añadido. Algo le ocurre al equipo blanquivioleta que es el líder en goles encajados después del minuto 90. O peca de pardillo, o llega al final fundido, o ambas cosas.
De cómo administre el equipo y el míster esta derrota, no sólo en lo deportivo sino en lo anímico, dependerá el futuro del Pucela en los siete partidos que restan para atar una salvación que se ha apretado. Si el uruguayo sigue el ejemplo Bruce Lee cuando le hacían sangre, que se la miraba para ir después a machacar al oponente con renovada furia, la afición puede estar tranquila.
Es lo que se espera que un uruguayo inocule a su plantilla. El problema es que el domingo viene el verdadero Lee, el Atlético, conjunto más en forma del campeonato. Una nueva derrota podría sembrar de dudas a un equipo que iba como un tiro. Aun así hay que evitar el extremismo. El Real Valladolid sigue a dos victorias de atar la permanencia cuando restan todavía siete partidos. Hay tiempo y margen suficiente como para evitar que broten los nervios.
El conjunto castellano demostró de nuevo que las segundas partes se le hacen kilométricas. En todos los partidos de Pezzolano ha acabado parapetado atrás, ya que el físico, al nivel que desea el charrúa, todavía no da para un partido completo. Ayer tocó cruz, como ante el Mallorca, a diferencia de lo ocurrido frente a Villarreal y Girona.
Ninguno de los tres goles estuvo exento de mérito, pero llegaron por sendos fallos defensivos. El más gordo, el de Masip para el 1-1. Creyó que el balón iba fuera, lo dejó pasar, pegó en el poste y entró. Surrealista.
El primer fallo grosero sucedió en el minuto 6. Paulista dio un pase horizontal a Diakhaby para comenzar la jugada desde atrás y al francés le pasó el balón por debajo de la bota. Larin muy atento, aprovechó que ya había comenzado la carrera para la presión y lo robó. Interpuso su cuerpo entra la bola y el defensa y tiró raso y pegado al poste. Mamardashvili no se esperó un disparo así y el 0-1 llegó en el minuto 6.
Con el 0-1 Baraja sorprendió al seguir el Valencia a piñón fijo esperando unas contras que no llegaban. Siguió con su defensa de cinco, como su rival. Pezzolano no quería fisuras. El Pucela dominaba pero se diluía al llegar a tres cuartos. Los locales lo intentaron con dos cabezazos de Cavani y Paulista, y un tiro lejano de Diakhaby. Masip blocó los tres balones. La ocasión más clara de los castellanos en esta primera mitad, aparte del gol, fue para Escudero. El lateral pudo poner al filo del descanso el 0-2 con un tiro lejano desde medio campo, aprovechando que Mamardashvili juega muy adelantado. El balón se perdió cerca del larguero.
Un minuto después llegó la lesión de Amallah, tras recibir una entrada de Özkacar que era al menos de amarilla, tirando a naranja, pero que para Munuera no fue ni falta, mandado seguir el juego con displicencia. Entró Aguado y poco después acabó a primera mitad.
En la segunda Baraja cambió a cuatro defensas y el Pucela fue perdiendo gas de forma progresiva, dominado y luego sometido por su rival. El Yamiq se retiró, también lesionado, antes del empate. Masip, que ha salvado muchos goles y muchos puntos, cometió un error enorme tras un cabezazo de Diakhaby perfectamente parable. El meta no calibró bien dónde estaba la portería, dejó el balón pasar pensando que iba fuera, pegó en el poste y entró. Casi fue en propia meta.
Al Pucela le dolió el empate como una banderilla y Fresneda casi marca el segundo. Su disparo tras pared, con taconazo de Larin, pegó en el larguero. Era el minuto 65 y se acabó el Real Valladolid en lo ofensivo. Le hacía falta oxígeno y a Pezzolano, desde una sala cerrada en la tribuna y con pinganillo, no le quedó mas remedio que hacer n triple cambio. Plano, Olaza y Kenedy no aportaron nada. Ni siquiera físico.
Almeida, Duri y Gayà dispararon sin puntería, no así Guerra. En el minuto 93 Masip se empeñó en sacar rápido en lugar de contemporizar. Plano fue víctima de una falta que Munuera obvió y el chaval Guerra agarró u n disparo lejano y cruzado que depositó el balón la escuadra. Era el minuto 93 y no hubo tiempo para más que lamentar la derrota en un pésimo día de Masip. El mismo que en tantas ocasiones se ha vestido de Supermán.