BALONCESTO
Muere Teodoro Rodríguez, el penúltimo romántico del histórico Valladolid Club Baloncesto
Fue uno de los fundadores del Valladolid CB, que nació como relevo del ADC Castilla y fue partícipe junto a Gonzalo Gonzalo de fichajes ilustres como Nate Davis y Arvydas Sabonis
Adíós a otro de los románticos de aquel baloncesto vallisoletano en blanco y negro. Muere con 90 años Teodoro Rodríguez Marqués, uno de los insignes directivos del baloncesto vallisoletano y fundador del Valladolid Club Baloncesto en 1976 junto a históricos como Gonzalo Gonzalo (presidente), Juan Codina, Javier Fernández Cilleruelo, Germán Iglesias, Juan Pagés, Fidel Sanz y Rafael Viloria.
Teodoro Rodríguez fue la mano derecha de Gonzalo Gonzalo de quien era íntimo amigo desde la juventud. Por encima de todo era una excepcional persona, una especie de padre o amigo y consejero de todos los jugadores que pasaron por el Valladolid C.B. y los diferentes nombres que tuvo.
El nuevo club (Valladolid CB) que asumió los colores morado y amarillo y que recogía el relevo dejado por el Castilla, tuvo a Teodoro Rodríguez como tesorero y asumiendo una deuda del anterior club de 3 millones de pesetas. En aquel equipo todavía recordado por los románticos del deporte de la canasta militaron a las órdenes de Moncho Monsalve y Pedro Zorrozúa, Callejón, Seara y Prado como bases; Juanjo Fernández, Beirán y Samuel Puente como aleros; y Lafuente, López Vallés, Martín De Francisco ‘Morti’ y William Hodge como pívots.
Los comienzos del club fueron muy difíciles debido a la deuda heredada y la temporada del estreno que aumentó el agujero en otros 2,7 millones de las antiguas pesetas. No quedaba otra que reinventarse y el club montado, de la mano de Teodoro Rodríguez y los directivos del Valladolid CB, consigue la explotación de un bingo y el patrocinio de Viajes Impala, para coger aire.
En épocas convulsas del club en el apartado económico, con dimisiones y entradas y salidas en la directiva, Teodoro Rodríguez siempre aguantó firme al pie del cañón asumiendo incluso el cargo de vicepresidente del club en 1983 bajo el mandato De Santiago Toca, e incluso en funciones el cargo de presidente en 1984 y después en 1988 tras la dimisión de Gonzalo Gonzalo (que volvería a echarse arás por enésima vez), Senovilla, Fernández, Pedro Muñoz y Luis Ángel Hermoso.
Pero la vida ligada al baloncesto, su vida, de Teodoro Rodríguez continuó más años siendo partícipe de la conversión en Sociedad Anónima del club en la campaña 91-92 ejerciendo tareas de vicepresidente a la sombra de Gonzalo Gonzalo y participando en los fichajes de jugadores que dejaron una huella imborrable en Huerta del Rey (Nate Davis) y luego en Pisuerga (Arvidas Sabonis).