Un Real Valladolid Baloncesto bipolar mantiene la imbatibilidad en Pisuerga

El UEMC Real Valladolid Baloncesto fue oruga durante dos cuartos y mariposa en otros dos ante Gipuzkoa Basket. La metamorfosis de los de Paco García fue total porque salió sin ritmo, pero después tuvo un paseo triunfal gracias al acierto de Torres y Pantzar, 43 puntos entre ambos , y sobre todo por el gran ejercicio defensivo dejando a su rival en 16 puntos en los segundos 20 minutos.

Al inicio Guuk Gipuzkoa rompía las costuras de un equipo que ofrecía una versión desconocida, sin confianza en ataque y con una extrema debilidad defensiva que le colocaba 0-8. No mejoraron los de Paco García, ni el triple de Kovacevic que atajaba la máxima de 10 dejando el 7-14, estimulaban a un equipo que seguía naufragando y que estaba a merced de los de Lolo Encinas que veía como todos sus jugadores anotaban sobre el parquet. La salida de Mike Torres cambió el partido y se pasaba de esa renta de 10 tantos a cinco con los que acababa el primer cuarto, con acierto desde el 6,75, y con un 2+1 de Gantt para el 21-26. 

En esos dimes y diretes Gipuzkoa volvía a romper el choque con un parcial de 2-7 para abrir otra renta de ocho puntos que iba a crecer con un triple de Jaworski para el 34-44. El propio base colocaba la que sería la máxima del encuentro, 12 puntos con el 34-46 con el que se marchaban a vestuarios. La bronca de Paco García en el intermedio resonó en Pisuerga porque su equipo se había desangrado en defensa. El paso adelante iba a tener tres protagonistas: Pantzar y Torres en el exterior y De la Fuente en la pintura y el concepto que Paco García no negocia: la intensidad.  REACCIÓN A TIEMPO

El UEMC Real Valladolid Baloncesto se merendó a Gipuzkoa con un baloncesto de primer nivel, ofreciendo la cara A que muestra en Pisuerga y con acierto de Torres y De la Fuente, cinco puntos seguidos, los últimos al remanguillé,  para acercarse primero a dos y voltear el electrónico con una canasta de Pantzar para el 51-48. La diferencia anotadora de los bases de ambos conjuntos desequilibraba el choque para los locales que con un parcial de 23-5 en el tercer periodo se marchaban a los últimos minutos con un 57-51 favorable. El conjunto vasco pagaba un peaje muy caro por el parcial negativo y el físico de Kabasele y de Belemene, que también anotaba desde el triple, rompían el encuentro con el 69-60 tras sendos triples de Pantzar y Torres. 

La fiesta era completa con otro triple de Gantt que hacía que la renta superase el doble dígito con el 72-61. Pero Pantzar, el timón morado, rubricó su excelente partido con otros cuatro puntos para poner la máxima de 17, que dejaba Zubizarreta en los 15 definitivos (79-64). El apagón ofensivo del Gipuzkoa tuvo dos factores: su bajón físico y la fortaleza defensiva pucelana espoleado por el público. 

El UEMC olvida así la derrota dolorosa de Andorra y suma su séptimo triunfo en Pisuerga donde sigue invicto, el noveno en su conjunto , para mantenerse quinto a una victoria del tercero antes de cerrar el año el próximo martes 27 en la cancha de Tau Castelló.