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El Yamiq asalta la historia del Real Valladolid

Es el primer jugador blanquivioleta semifinalista en un Mundial y ha pasado de ser el cuarto central de Marruecos a convertirse en el primero de cara a la cita contra Francia

El Yamiq.

El Yamiq.

Publicado por
Arturo Alvarado
Valladolid

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23 de diciembre de 2021. Vahid Halilhodzic, entonces seleccionador de Marruecos, anuncia la lista de llamados para disputar la Copa de África 2021 en Camerún, aplazada a este año por la Covid. El bosnio facilita una lista de nombres ya conocidos, pero falta uno de los habituales: Jawad El Yamiq. 

Pacheta agradeció no perder a  un jugador importante para él en unas fechas fundamentales de cara a fraguar la lucha por el ascenso, del 9 de enero al 6 de febrero, pero en el interior del futbolista prendió una llama de rebelión interna. Tras la gran decepción inicial, se le metió en la cabeza que no volvería a quedar fuera de la selección y haría todo lo posible para que  técnico considerase un error no haberlo llamado.

Y así fue. Marruecos, uno de los favoritos, cayó en cuartos de final ante Egipto por 2-1. El torneo del combinado magrebí fue muy discreto y a la vuelta Halilhodzic prescindió de unos jugadores, llamó  a otros nuevos y recuperó a algunos. Entre estos últimos estaba El Yamiq. El blanquivioleta jugó con Marruecos antes y después de la Copa África. Y se juró que no le pasaría lo mismo con el Mundial. 

No sólo lo consiguió sino que se ha convertido en el primer jugador blanquivioleta en ser semifinalista del gran torneo de selecciones.

El Yamiq ni soñaba con ello cuando era pieza secundaria en el once, aunque habitual en las listas del entrenador europeo. Y el 11 de agosto llegó la sorpresa. O no tanto. Halilhodzic era destituido por haber roto su relación con Ziyech, que se negó  a ir a un amistoso. El peso de extremo de Chelsea es muy grande en los Leones del Atlas y la Federación optó por prescindir de técnico, con Marruecos ya clasificado. La misma historia que antes vivió el bosnio con Costa de Marfil y Japón.  

El 31 de agosto, poco más de tres meses antes de Mundial, el franco-marroquí Walid Regragui fue designado como su sucesor. A El Yamiq le tocaba de nuevo ganarse la confianza de un seleccionador.

Lo logró desde el principio. Siempre se mantuvo en las convocatorias de los amistosos, pero a la sombra de dos pesos pesados: Saïss, del Besiktas, uno de los mejores centrales del Mundial, y Aguerd, con experiencia en la Premier, aunque como pieza secundaria en el West Ham. De hecho Dari, del Brest, era en principio el tercer central, pero durante la concentración de Marruecos, El Yamiq subió ese primer peldaño.

Se demostró comenzado el Mundial. El blanquivioleta no jugó en el primer partido, el del empate a cero contra Croacia, otra semifinalista, pero sí lo hizo en los dos siguientes. Regragui colocó defensa de cinco en los últimos minutos para conservar las victorias ante Bélgica y Canadá. El Yamiq fue el elegido para salir en el minuto 77 ante los europeos y en el 76 frente a los americanos.

Su suerte cambió en los octavos frente a España. El Yamiq entró más tarde, en el minuto 83, pero  a causa de la lesión de Aguerd, lo que le aseguraba la siguiente titularidad. El albivioleta aguantó bien el tiempo reglar y la prórroga, secando a Morata.

Ante Portugal disputó el encuentro completo e hizo una labor excelente, mostrándose inexpugnable por alto y por bajo. Incluso ayudó a su compañero Saïss, hasta que no pudo más. Zurdo, se lesionó y sólo pudo usar la pierna derecha. Pidió el cambio, saliendo en su lugar Dari.

El Yamiq, que llegó a la concentración de Marruecos como cuarto central, afronta la semifinal ante Francia y la final o la lucha por el tercer puesto como primer central.

Todo un éxito para un jugador proclive a lesionarse pero que ha sabido regatear los problemas físicos y sus breves pero letales desconexiones en el juego, para afrontar los partidos más importantes de su vida pleno de confianza y energía. El blanquivioleta, a sus 30 años, ha subido varios escalones en madurez, competitividad y cotización.

El Yamiq se considera un patriota por encima de todo y para él defender los colores rojo y verde es una cuestión que trasciende el juego. Siempre luce la bandera después de las victorias de Marruecos. 

Tras eliminar a Portugal la mostró unida a la de Catar, buscando la complicidad del anfitrión. Después de ganar a Canadá y ser primera de grupo, exhibió la enseña palestina. En Marruecos hay mucho apoyo a este territorio y el jugador blanquivioleta no duda en significarse políticamente... lo que no le impide guardar una buena relación con su compañero Weissman, israelí y también muy patriota. Antes de fin de año se abrazarán.

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