FÚTBOL / REAL VALLADOLID
Real Valladolid: siete jugadores fuera
Los problemas físicos de Joaquín, El Yamiq, Guardiola y Kenedy se unen a las lesiones de Asenjo, Luis García y Anuar / Casi la tercera parte del equipo está de baja o tocada
«Todos los jugadores están disponibles. Tener a los 24 sanos es muy difícil y, de momento, los tenemos».
Estas palabras de Pacheta no pertenecen al Pleistoceno. Ni siquiera al debut liguero. El entrenador blanquivioleta las pronunció el 8 de septiembre, hace menos de un mes, en vísperas del partido de Gerona correspondiente a la quinta jornada liguera.
El técnico se llevó a los 24 jugadores de la plantilla para ese desplazamiento. El límite de las convocatorias es de 23 y debió dejar uno fuera. El elegido fue Feddal, que llegó a una semana del cierre de mercado, sin equipo y lejos de la forma física ideal. Tan lejos, que ha sido el último en debutar. El marroquí se estrenó en Getafe por problemas físicos de dos compañeros.
Porque las lesiones han sido fieles compañeras del equipo desde entonces. En menos de un mes han caído siete jugadores. La gravedad es muy diferente, pues hay lesionados y simples tocados. Las causas también son diversas. Pero la realidad dicta que Pacheta ya no tiene que excluir a nadie de la convocatoria. Es más, esta obligado a rellenarla con jugadores del filial o a no utilizar todos los huecos disponibles.
La lesión más grave es sin discusión la de Anuar. El ceutí dijo adiós a la temporada tras el amistoso de Burgos frente a Osasuna del jueves 22 de septiembre. Lo que parecía un simple golpe fue en realidad la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Aún está pendiente de ser intervenido quirúrgicamente, para lo que es necesario que desaparezca el hematoma de la zona lesionada.
El problema de Luis Pérez es muy diferente. El andaluz arrastraba problemas en el pubis desde finales de la temporada pasada, hasta que no aguantó más en el partido de Gerona y pidió el cambio. Fue operado en Madrid el pasado jueves, 29 de septiembre, y causará baja durante dos meses.
También pertenece a la fatalidad el caso de Asenjo, que se fracturó la falange distal del dedo corazón de la mano derecha en un entrenamiento, siendo operado el 24 de septiembre. La baja del palentino es más corta: dos semanas, de las que ya ha cumplido una.
Lo más reciente son los cuatro jugadores que no se cambiaron o fueron sustituidos ante el Getafe. Contra pronóstico, Guardiola y Kenedy no llegaron ni siquiera a vestirse de corto en el Alfonso Pérez, quedando fuera de la convocatoria.
Según informaciones no oficiales por parte del club, el delantero aún sufría molestias tras un fuerte golpe. De hecho realizó algunos entrenamientos individualizados durante la semana pasada. Se desconoce qué tipo de molestias son.
Respecto a Kenedy, se hizo daño en una pierna al realizar un gesto en un entrenamiento también de la pasada semana. Se probó en Getafe pero, de acuerdo con los responsables médicos y deportivos, se decidió que no estaba en condiciones de afrontar el choque.
Lo del brasileño lleva camino de entrar en el apartado de Iker Jiménez. En teoría llegaba de trabajar con el Chelsea, aunque después se supo que no estaba integrado totalmente en la dinámica del primer equipo. Tras la puesta a punto, se le vieron detalles en el amistoso ante Osasuna, aún lejos de su mejor forma, pero ha vuelto a caer. De 630 minutos de juego, el llamado a ser jugador franquicia del equipo ha disputado 14, el 2,2%. Sólo ha jugado menos Malsa (12).
Los últimos en agregarse a la lista son Joaquín y El Yamiq, los dos centrales caídos en Getafe. El almeriense compareció 33 minutos sobre el campo, dando muestras de dolores en el tobillo antes de ser cambiado. El marroquí, que lo sustituyó, sólo aguantó 12 minutos, hasta el descanso, a causa de unas fuertes molestias en el aductor.
El club no ha ofrecido ninguna información sobre el estado físico de estos cuatro últimos jugadores. Prefiere contar antes con el parte médico y dar información contrastada. En el caso de Anuar, por ejemplo, lo que se indicó que parecía un simple golpe era en realidad una rotura de cruzado. De ahí que se extremen las precauciones.