BALONCESTO / LEB ORO
El Real Valladolid Baloncesto va embalado
Nuevo triunfo de los de Paco García para soñar con el playoff ante un Almansa que resucitó al final
El Almansa-UEMC Real Valladolid no fue un partido de baloncesto, sino una película de suspense. Su retorcido guion dio vueltas argumentales inesperadas, convirtiendo la piedra en gelatina y viceversa. Lo importante es que al final ganó la solidez y el conjunto de Paco Garcían engarza su séptima victoria en ocho encuentros. Para ir construyendo un pedestal, pues la derrota llegó ante Estudiantes y por poco. Este equipo ha pasado de luchar por la permanencia a soñar con el playoff y ayer demostró por qué. Entre otras cosas, porque sabe sufrir y responder ante finales apurados. Su camiseta ya no se encoge. Más bien se da de sí.
Almansa, con el supertirador Polanco al timón y Dimakopoulos y sus 2,18 como director de operaciones en la bombilla, comenzaron a hacer tambalear al Real Valladolid, que salió un pelín frío. Una canasta de dos y un triple del dominicano nacido en Nueva York colocaron un inquietante 16-9. El tiempo muerto visitante sirvió para intercambiarse parciales hasta llegar al empate a 21, con Puidet. Los morados, que sólo se habían puesto por delante con el 0-2 inicial, cerraron el cuarto con 23-26 gracias a un triple de Sergio. Pippen hacía mucha pupa en el aro y enseguida cargó al griego con dos personales.
El segundo cuarto fue de menos puntos. Por las mejores defensas y el peor acierto en el tiro. Sobre todo local, porque fue cuando el Real Valladolid se hizo con su gran ventaja. Con Polanco controlado y un juego coral de los pucelanos, se llegó al descanso con 35-45.
Medio trabajo parecía hecho, y más cuando en el tercer cuarto Pippen se mostró imparable y era secundado desde fuera de la zona. Con 51-59 se llegó al último cuarto. El del miedo.
Cierto exceso de confianza defensivo convirtió un 57-66 en un 63-66. Gilbert sujetaba en ataque a los vallisoletanos y Polanco se soltaba las ataduras. Una canasta de 3 más personal y otra de dos de Dimakopoulos, también más adicional aunque no aprovechado, fueron el prólogo para el empate a 67, tras canasta del griego.
El público acariciaba la remontada pero apareció Sergio para anotar un triple, secundado por otro de Puidet tras canasta de dos del Almansa. El 69-73 aportó lo que un litro de tila. Polanco se echó el equipo a la espalda para intentarlo por última vez, con el 76-79, pero su lejano triple no tocó ni el aro. Un tiro libre posterior de Pantzar trajo la tranquilidad de los cuatro puntos de diferencia, el marcador definitivo y aviva el sueño del playoff para un equipo embalado hacia el éxito.