FÚTBOL / REAL VALLADOLID
Hervías: «Mi venganza será terrible»
El riojano quiere desquitarse con minutos de juego de la lesión que le puso al borde de la retirada: «Se me pasó por la cabeza que esto se acababa» / Debutó en la Liga en Tenerife
Pablo Hervías por fin debutó en Tenerife tras una lesión que casi le cuesta la retirada. Un caso parecido al de su compañero Carnero, quien también vio en Canarias la luz tras el túnel. Hervías, apasionado del fútbol, tiene tantas ganas de volver que lanza una frase de amenaza al mal fario: «Después de una lesión así, mi venganza va a ser terrible».
Tras varios amagos de retorno, éste es el bueno. «Por supuesto que esta vez es la definitiva. Me encuentro genial, la rodilla está perfecta y estoy contentísimo de haber superado una lesión tan terrible. Sólo me queda disfrutar del fútbol. Estoy al cien por cien, deseando entrenar y jugar».
Pero su actual estado de felicidad se situó a veces en las antípodas durante su inactividad. «Se me pasó por la cabeza que esto se acababa. Una lesión tan grave de más o menos siete meses, con tres quirófanos desde septiembre hasta diciembre, lesiones de cartílago, edema óseo... Pasaban semanas y seguía prácticamente igual, con unas molestias tremendas, dolor para dormir y caminar. Hay muchos jugadores a los que una lesión de cartílago les retira».
Al igual que Carnero, el logroñés ve fundamental la faceta psicológica para seguir. «Lo superé. Tiré de fortaleza mental. Venía aquí todos los días y muchas veces se me hacía durísimo, porque era siempre el mismo entrenamiento, con trabajo de gimnasio en el que no salía al campo. Y sin saber si se me iba a pasar la lesión alguna vez. Gracias a Dios lo he conseguido. En Tenerife jugué diez minutos y con unas ganas de liarla tremendas».
Y como suele suceder en estos casos, ahora se ve más fuerte. «Superar una lesión así me ha dado muchísima confianza en mí mismo. Después de haber ganado la batalla a una lesión tan terrible, qué no puedo ganar».
Esa fuerza le permite hacer historia con su problema. «No tuve una lesión nueva. El año pasado me rompo el menisco y, por forzar al final de temporada los últimos diez partidos, pudo pasar lo que me pasó: lo peor de todo. Llegué en verano y por desgracia y sorpresa, en el primer entrenamiento no me podía ni mover. Tenía muchos dolores, no avanzaba. Hice mucha piscina y al final Bruno [Mazziotti, responsable del área de Rendimiento] me vio entrenar, cómo me movía y resulta que había tenido un caso similar».
«Dio con la tecla -agrega el extremo-. Fuimos a Barcelona, me hicieron dos cirugías allí y avanzamos mucho. Él me dio mucha confianza. Por eso tenía la sensación de que iba a volver, aunque se me pasó por la cabeza muchas veces irme a mi casa. No aguantaba más el dolor. Pero lo conseguí. Me ayudaron mucho los fisios , en especial Rafa [Lucas Rafael]».
Los dolores no acabaron pronto por arte de magia sino que han sido sus compañeros hasta el mes pasado. «Dejé de tener molestias el día siguiente del partido contra el Cartagena, cuando entrenamos en Murcia (Pinatar Arena, el 19 de febrero). Ya estoy al cien por cien. Aunque haya una pequeña secuela, estoy perfecto para jugar».
Hervías profundiza sobre el calvario sufrido, que indirectamente exportó a sus seres queridos. «Han sido muchas noches sin dormir. Me despertaba a las dos de la mañana y ya no podía por la preocupación. Lo más duro del mundo es que tú quieras hacer algo y tu cuerpo no te lo permita. Fueron momentos durísimos, no ya conmigo mismo, sino con mi familia, en especial mi madre y mi novia».
También ha notado el calor de la plantilla. «Mis compañeros me han ayudado mucho. He sentido su alegría cuando he vuelto. Han sido un apoyo muy grande». En Tenerife llegaron los fuegos artificiales. «Me encontré fenomenal, con muchísima confianza y bien físicamente. Hasta hice un tiro a puerta. Me supo a poco y estoy deseando tener minutos».
¿Y que puede aportar al equipo? «Centros, desequilibrio, balón parado... Ya me conocéis». Tampoco se quiere ver como lateral o extremo. «No estoy para elegir. Extremo ha sido mi oposición toda mi vida pero también me gusta jugar de lateral. Donde me quieran poner».
El riojano es realista al hablar de su futuro. Acaba contrato en junio. «Parece claro que no voy a seguir, porque no he hablado con nadie de este tema. Lo único que quiero ahora es disfrutar del fútbol, de los entrenamientos, de los partidos que quedan, de viajar, de las concentraciones... No pienso ni un segundo en renovar ».
Por último, Hervías no quiere ver a Pucela con un pie en Primera. «Humildad y paso a paso. Tenemos una plantilla para hacer dos equipos, pero hay que ser cautos. No hay que pensar ni en el partido de Oviedo, sino en el entrenamiento de mañana».