FÚTBOL / REAL VALLADOLID
Pucela: esto es la Segunda
El Real Valladolid se enfrenta a la realidad en un choque contra un Amorebieta rocoso y que le deja sin espacios para empatar a dos / Goles de Olivas y Nacho
«Esto es Anduva» reza un cartel que preside el acceso al terreno de juego del Mirandés. Es la versión española del «This is Anfield» del Liverpool. Una frase que puede causar una primera risa, hasta que descubres lo que significa esto. Algo así ocurre con «Esto es Segunda», el cartel que se tiene que marcar a fuego el Real Valladolid esta temporada. Las cosas se hicieron mal y atrás quedó el tiempo del frac, es el momento de ponerse el mono de faena. Y en esto, Pacheta todavía tiene mucho trabajo por hacer. Por eso, el jugar solo tres encuentros amistosos en pretemporada puede ser un lastre que se arrastre en el inicio liguero.
Quedan nueve días para comenzar en Las Palmas y el Amorebieta mostró en Zaratán lo que le espera en la Liga Smartbank. Muchos equipos llegarán al estadio José Zorrilla como lo hizo ayer el conjunto vasco. Muy bien encerrado atrás, incluso con cinco defensas, muy bien colocado en el campo, repartiendo de lo lindo y aprovechando las jugadas a balón parado. Un método sencillo, pero que para poner en marcha en el campo hay que estar muy trabajado como lo está el conjunto de Ion Vélez.
El 2-2 es una llamada de atención después del 3-1 contra el Rayo Vallecano. La Liga del Pucela es la de jamón de york, no la del ibérico. Por eso, los jugadores tienen que demostrar intensidad y compromiso. Existe la sensación que jugadores como Roque Mesa, Weissman o Plano se hubiera adaptado mejor a este sistema de Pacheta en Primera que en Segunda. Todo apunta a que el once que el técnico burgalés puso ayer en liza, casi el mismo que en el Ciudad de Valladolid con la entrada de Bruno y Roque Mesa, se parecerá mucho al del próximo domingo en Las Palmas. Tampoco hay mucho más donde elegir. Mismos nombres y mismo esquema de juego con tres centrales, dos interiores, tres en el centro del campo y dos puntas.
Y fue en la primera parte cuando el cuadro de Pacheta demostró muchas debilidades para jugar en Segunda. El Amorebieta cerró todas las vías de creación del equipo, con un Roque al que el técnico pidió más protagonismo y no lo encontró. Solo la presión de Marcos André en los primeros minutos (hasta que se retiró) hizo ver brotes verdes de lo que se necesita para ganar en Segunda. Todo lo contrario que un rival que en su primera ocasión a balón parado evidenció las mismas carencias defensivas que la pasada temporada. Es cierto que se intentaron cosas, como los envíos largos de los centrales, el juego entre líneas, pero ayer no se tuvo las ideas claras del pasado miércoles. Solo la salida de Toni y Aguado en la segunda parte cambió el ritmo y la frescura de un equipo que con San Emeterio sigue sin creación ni destrucción.
El tanto visitante fue un típico de los que te pueden marcar en Segunda. Lanzamiento a balón parado, la defensa se la come y Etxaburu anota en el minuto 28. Afortunadamente el Pucela supo reaccionar con un tanto muy parecido, ya en la segunda mitad. Olaza, una vez más lo mejor de este equipo, puso un regalo en forma de envío también desde una falta y Kiko Olivas, llamado a ser el líder de este equipo, acertó de cabeza. Seis minutos después Ozkoidi,en la única ocasión de los vascos, logró el 1-2 con un disparo cruzado dentro del área sin oposición defensiva. Yes que pese a defender con tres centrales, este Pucela sigue mostrando errores. El 2-2 llegó desde el punto de penalti. Nacho anotó uno sancionado por mano de un defensor. Es curioso que estando en el campo Sekou o Plano, el lateral fuera el encargado.
Finalmente, en los penaltis Nacho, Javi Sánchez, Sekou, Aguado y Zalazar anotaron, mientras que Caro se lució en el cuarto lanzamiento y dejó el trofeo en la provincia. Ya no hay tiempo para más pruebas, el Pucela arranca la reconquista el próximo domingo contra Las Palmas.