FÚTBOL / REAL VALLADOLID
«Pido perdón a la afición»
Weissman se acuerda de los seguidores y muestra su madera de líder: «Es hora de que hablemos menos y juguemos más»
«Quiero pedir perdón a nuestros aficionados. No se merecen estas derrotas ni las actuaciones de los últimos partidos. Confío en que el equipo cambie la dinámica desde el sábado y empecemos a conseguir victorias para que los seguidores disfruten de nuestro juego. Será un trabajo duro pero es hora de que hablemos menos y juguemos más».
El autor de esta palabras no es ningún histórico de la plantilla pucelana, de los que pende el éxito de un ascenso y dos permanencias. Quien firma este párrafo lleva medio año en el club y ni siquiera habla español. Pero los líderes no se fabrican ni se moldean: nacen.
El que ayer mostró su madera de líder se llama Shon Weissman. Hace goles cuando puede y le dejan, y pronuncia sentencias que también van por la escuadra, huyendo de ese tiro fofo y a las nubes tan común en el parlamento de los futbolistas, llamado tópico.
El israelí explica así el bajón de su equipo. «Hemos cometido errores que no debíamos pero la situación no es tan mala. Hace un mes no estábamos en un mal momento. Tenemos que estar todos unidos y espero que lo levantemos desde esta misma semana».
Su apoyo a Sergio fue explícito. «La situación no es buena cuando pierdes, pero consigues tres o cuatro victorias y todo cambia, porque estaremos más arriba. Confío en el entrenador y el club también confía en él. Creo que ha demostrado hasta ahora que se puede confiar en él». Una sensación que extrapola a sí mismo. «Confío en este club. En mis compañeros y en el cuerpo técnico. Es una de las razones que me hicieron venir aquí. Estoy muy feliz de formar parte de este club».
Weissman cogió carrerilla goleadora cuando el míster le aupó a la titularidad pero su capacidad realizadora se ha detenido. Sin embargo no está frustrado con el equipo por no marcar en los últimos partidos. «Un delantero no tiene buenas sensaciones cuando no marca o ni siquiera tira a puerta. Por eso me enfado, pero en el plano personal».
El ariete explica por qué no se acerca ni de asomo a la media realizadora de la temporada pasada. Logró 30 goles en Liga, 2 en Liga Europa y 5 en la Copa de Austria con el Wolfsberger. Ahora lleva 3 en la Primera española y 1 en la Copa del Rey.
«El año pasado jugué en un equipo muy ofensivo que acabó tercero en la Liga. Es la principal diferencia con esta temporada. Pero esto es un proceso. He demostrado que puedo marcar goles, independientemente de la Liga en que juegue. Espero seguir demostrándolo desde este sábado».
En demasiadas ocasiones da la impresión de que Weissman es invisible en sus desmarques para los compañeros. ¿No juegan para él? El de Haifa quita hierro. «No lo siento así. Me gusta que me llegue el balón y participar en el juego, pero esto es un proceso que lleva tiempo. Hay situaciones mejores y peores, y muchos jugadores nuevos. Los balones y las ocasiones llegarán».
El delantero habló ayer (traducido por Víctor Garrido, jefe de prensa del Real Valladolid Baloncesto) tras ser designado por la afición mejor jugador de enero. «Son dos meses consecutivos consiguiendo este premio y estoy muy orgulloso. Siento ese apoyo en las páginas web, las redes sociales y también por la calle. Estoy muy agradecido y trabajaré el máximo posible para devolver esa confianza».
La primera ocasión para hacerlo está en Éibar. «En el equipo sólo pensamos en el próximo partido; creo que vamos a ganar y a empezar a sacar esto adelante».