FÚTBOL / REAL VALLADOLID
Ni confiado ni derrotista
La mitad de los colistas tras las primeras cinco jornadas en la última década acabaron salvándose / Los blanquivioleta llevaban 0 puntos de 15 en la 97-98 y acabaron undécimos
El Real Valladolid es colista de la Primera División tras cinco jornadas. Algunos pueden pensar que lo tiene en sánscrito de cara a la salvación y que su suerte está prácticamente echada. Que no hay quien salga de esas arenas movedizas del descenso en toda la temporada por mucho que se empeñe.
Otros sin embargo pensarán que este farolillo rojo es una anécdota tras haber consumido la competición poco más que la octava parte de su programa. Un simple accidente venial del que se puede salir indemne e incluso fortalecido de cara a las 33 jornadas que restan.
¿Quién tiene razón? Todos y ninguno, y además a partes iguales. El pasado más reciente da la razón ambas posturas al 50%. Porque en la última década, cinco de los diez equipos que eran colistas acabaron salvándose, cayendo obviamente los otros cinco al agujero de la Segunda División.
Por tanto es evidente que un mal comienzo marca mucho, pero no es una losa insalvable. Que se lo digan al Sevilla de la temporada 13-14. Comenzó como el actual Pucela, con 2 puntos recolectados de los primeros 15, pero finalizó nada menos que en el quinto puesto y con 63 puntos en su casillero. La confianza en Unai Emery para el banquillo dio sus frutos y el equipo se clasificó para competición continental.
Los hispalenses también son protagonistas de la segunda resurrección de la década, y de la mano del mismo entrenador. Fue dos años después, en la temporada 15-16. Emery repitió ese 2 de 15 pero su explosión le condujo hasta la séptima plaza final, con 52 puntos, y el éxito añadido de ganar la Liga Europa. Un pésimo inicio dio lugar a un soberbio final.
Menos espectaculares pero igual de efectivos y quizá más realistas, por el poderío de la plantilla, son las permanencias forjadas por los colistas de la quinta jornada Leganés, Osasuna y Zaragoza.
Los madrileños llevaban un punto de 15 en la temporada 18-19 y acabaron decimoterceros, con 45. Tampoco hizo falta el cambio de entrenador, pues Pellegrino fue capaz de enderezar el rumbo blanquiazul.
Los navarros también contaban con un empate como único éxito en este lapso en la 12-13. El míster era Mendilibar y salvó a los pamploneses, decimosextos a la conclusión del campeonato.
Los aragoneses necesitaron el cambio de míster para despegar en la 10-11. El colista Zaragoza sumaba 2 puntos al mando de Gay y concluyó la Liga decimotercero con 45 puntos tras hacerse cargo de los blanquillos Aguirre en la jornada 12.
La historia negra la escriben Leganés (19-20), Málaga (17-18), Osasuna (16-17), Córdoba (14-15) y Sporting (11-12). Todos ellos eran últimos tras las cinco jornadas iniciales y descendieron. Malagueños y cordobeses lo hicieron además conservando ese farolillo rojo labrado de forma tan madrugadora.
Pero el Real Valladolid cuenta con un excelente banderín de enganche para el optimismo. Si cree que ahora está mal, en la temporada 97-98 estaba aún peor. El equipo no fue capaz de recoger ningún punto en cinco jornadas caóticas con tres entrenadores: Cantatore (1 a 3), Antonio Santos (4) y Sergio Kresic (5). El croata fue capaz de modelar el equipo que se le había ido de las manos al chileno y lo hizo competitivo, finalizando nada menos que en la undécima posición con 50 puntos, a sólo una victoria de ganarse el derecho a disputar la Intertoto. El actual Pucela tiene mucha historia por escribir.