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Una Copa América que ha levantado sospechas
La 'canarinha' venció 3-1 en un partido accidentado por la expulsión de Gabriel Jesus y el dusoso uso del VAR. Argentina volvió a protestar su eliminación ante Brasil y la polémica expulsión de Messi
Brasil pudo gritar otra vez campeón y el Maracaná festejó el nuevo trofeo como se hubiera tratado de una proeza deportiva. Hasta el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro se dejó retratar en estado de gracia después del gol decisivo de Richarlison ante los peruanos. Todo terminó 3-1, pero la polémica que ha arrastrado el certamen casi desde sus comienzos está lejos de esfumarse.
Los locales ya habían aplastado 5-0 a su rival de este domingo en la primera fase de la Copa América. El entrenador de Perú, el argentino Ricardo Gareca, se propuso evitar que la historia se repitiera de la misma manera. Tomó todos los recaudos posibles. Sin embargo, el cerrojo le dio resultado solo hasta los 15 minutos. Gabriel Jesus encaró desde la derecha y lanzó un centro. La defensa no atinó a darse cuenta de que Everton seguía la jugada con atención. El delantero solo tuvo que empujarla ante un sorprendido Gallese.
Dominio a partir de Arthur
Desde ese momento, Brasil pudo imponer su dominio, especialmente a través de Arthur, quien quizá tuvo su mejor partido. El campeón supo asociar mejor a sus jugadores más hábiles a la espera de un error de los peruanos para aumentar las diferencias. Pero ocurrió un imprevisto a los 44 minutos.
Fue cuando un disparo de Cueva chocó con la mano de Thiago Silva. El árbitro chileno Roberto Tobar sancionó penal. De repente dudó y pidió el VAR. Una vez que vio la jugada de nuevo dispuso que se ejecute la pena. Guerrero lo hizo con solvencia. El empate enmudeció al Maracaná. Sin embargo, faltaba una sorpresa. Arthur aprovechó un descuido de Tapia y habilitó a Jesus. El atacante del City no perdonó.
El 2-1 tranquilizó a la canarinha. Pudo anotar el tercero. Perú no se resignó. Tobar expulsó a Jesus por doble amonestación. Brasil comenzó a sufrir más de la cuenta. La orden del entrenador fue aguantar el asedio con un jugador menos. Entonces apareció Everton, solo contra el mundo. Zambrano lo frenó con el hombro, de manera reglamentaria.Sin embargo, Tobar y el VAR dijeron penal. Richarlison puso el 3-1.
Otra protesta argentina
El hecho de que Brasil ganara "no significa que todo está bien", había dicho antes del comienzo del partido el gran Tostao, compañero de Pelé en el Brasil campeón en el mundial de 1970 y desde hace años columnista del diario paulista Folha. Desde hace tiempo que Tostao se fija en Arthur, destinado a un papel mayor en el seleccionado. Cree que es un jugador importantísimo para Brasil aunque no participe de las jugadas decisivas. Cuando lo haga, aseguró, "será mucho mejor que Xavi".
Más allá de la celebración brasileña, la Copa América cerró con una cuota de oscuridad. La Federación argentina se empeñó en recordar la eliminación en semifinales y la escandalosa expulsión de Leo Messi con Chile. "Estoy convencido de la búsqueda de la transparencia, la profesionalización y el desarrollo del fútbol. Es por eso que deseo una profunda reflexión sobre lo sucedido, a fines de trabajar juntos por un fútbol sudamericano limpio, justo y libre de sospechas". Por primera vez parte de la prensa brasileña ha simpatizado con el rival histórico. "Los hermanos argentinos terminaron como campeones morales", consideró Milton Neves, columnista del periódico Ahora San Pablo, bloguero de UOL y editor de Portal Terceiro Tempo.