CICLISMO
Los sprinters, a escena
La ausencia de alta montaña beneficia a rodadores y especialistas en llegadas masivas
A falta de la exigencia de la alta montaña, el viento puede convertirse en el principal enemigo de los ciclistas en la XXXIV Vuelta a Castilla y León. Las características de la ronda regional pueden favorecer este año a los rodadores, como reconoce el director general, Lale Cubino. «Este año rendimos homenaje al Camino de Santiago a su paso por Castilla y León y eso marca el recorrido. Serán tres etapas llanas porque el Camino es así pero habrá tachuelas, puertos de tercera categoría y alguno de segunda. La Vuelta se puede decantar por un rodador o un sprinter. El viento puede marcar diferencias».
En sus años de esplendor, la Vuelta a Castilla y León era una de las grandes citas del calendario nacional. Contaba con cinco etapas y en varias ediciones congregó a un plantel extraordinario de corredores, entre los que estaban Miguel Indurain, Alberto Contador -el primero en el palmarés con los triunfos en 2007, 2008 y 2010- y Lance Armstrong, cuyo paso por la ronda regional en 2009 fue visto y no visto ya que abandonó en la primera etapa al sufrir una caída en la provincia de Palencia y tuvo que ser trasladado al hospital Río Carrión. La presencia del americano era la gran atracción pero su caída provocó que muchos medios de comunicación extranjeros desplazados hasta Castilla y León regresaran a sus países al día siguiente.
El presidente de la Federación Territorial, Mariano Palacios, verá este año la Vuelta con otra perspectiva, como indicó ayer a este diario tras la presentación. «Soy comisario y he cubierto la Vuelta muchos años. Comenzó siendo una ‘Challenge’ y después evolucionó a prueba de cinco días. Ahora se ha quedado en tres pero hay otras pruebas del calendario que perdieron etapas y luego han dejado de celebrarse».
Palacios avisa de las sorpresas que puede haber en la primera etapa (Belorado-Castrojeriz). «Es una etapa muy parecida a la que se ha celebrado en la Vuelta a Burgos y este año nos dejan circular por la Nacional. Si hay viento fuerte y se producen abanicos, puede ser una etapa-trampa para los ciclistas».
La Vuelta será también diferente este año para Roberto Coca, presidente de la Territorial hasta el pasado mes de diciembre y habitual año tras año en la ronda regional en diferentes tareas. «He estado más pendiente de los temas organizativos en la Vuelta. La Federación Territorial desgasta mucho, hay que saber llegar y saber irse. Hemos tenido un cambio blando en la presidencia. He estado en la Vuelta a Castilla y León más de 20 años y forma parte de mí».
Coca es consciente de las dificultades económicas que han dado al traste con importantes pruebas del calendario y destaca el valor que tiene que la ronda regional siga adelante. «Hemos tenido unos años complicados al bajar el nivel económico y algunas carreras de otras comunidades han desaparecido».
El exseleccionador nacional, Javier Mínguez, echa en falta este año en la Vuelta a Castilla y León la dureza de la montaña. «En el recorrido no se ve una etapa decisiva. Otros años había una etapa de montaña y en esta edición puede ganar cualquiera que sea rápido. A la Vuelta han venido grandes corredores y debe tener alicientes. Son tres etapas llanas y eso le quita prestigio. La carrera puede resultar monótona pero tiene incertidumbre porque si el viento sopla fuerte una etapa puede animarse y ser decisiva», añade.