Valladolid cumple

No hay ninguna duda de que Valladolid sigue siendo y será por los siglos de los siglos una ciudad de balonmano. El BMAtlético Valladolid ha sabido avivar la llama que a punto estuvo de apagarse con la desaparición del glorioso BMValladolid. Su firme apuesta por restablecer a la ciudad los galones perdidos le ha llevado no solo a lograrlo en apenas dos años sino que sigue trabajando en la promoción del balonmano. Si hace dos años apostó de lleno por traerse a los ‘Hispanos’ con un amistoso ante Bosnia para colgar un histórico lleno en Huerta del Rey, el partido de ayer, con otros precios (18 euros la entrada en vez de 10), suponía un riesgo porque no lograr una gran entrada repercutiría negativamente en las arcas del club. La Federación, como siempre, a mesa puesta, exige y exige con un estricto protocolo sabedor que no expone absolutamente nada, todo lo contrario. Pero la ciudad de Valladolid volvió a responder a la llamada del balonmano de elite. No se logró el codiciado lleno que habría dejado dividendos en las necesitadas arcas del BMAtlético Valladolid, pero las 3.000 almas que se dieron cita ayer por la tarde en Huerta del Rey dejaron claro ante la Federación que con Valladolid, gracias al empeño del BMAtlético Valladolid y su directiva, se puede contar. Ya lo dijeron en la previa el seleccionador Jordi Ribera y jugadores como Entrerríos, Figueras, Solé o Alex Djushebaev. La magia que desprende el Huerta del Rey se da en pocos, muy pocos lugares.

Con el palco repleto de autoridades y con las cámaras de Teledeporte como grandes testigos de excepción, la afición que se dio cita en Huerta del Rey para ver a los Hispanos en un partido con más renombre que el España-Bosnia de noviembre de 2016, disfrutó de los suyos. Porque saber es acordarse como decía Aristóteles y las tres mayores ovaciones de la tarde, de largo, se las llevaron, por este orden, Serdio y los jugadores que vistieron las camisetas de BMValladolid y BMAtlético, Entrerríos y Dani Dujshebaev.