Diario de Valladolid

Toque de atención del Alcobendas al VRAC

El Entrepinares más errático del curso sufre más de lo previsto para vencer a un Alcobendas que pudo ganar en la última jugada pero que pagó cara su osadía / ElVRAC suma un año sin perder

Alberto Blanco rompe con fuerza el placaje del jugador del Sanitas Alcobendas.-J. M. LOSTAU

Alberto Blanco rompe con fuerza el placaje del jugador del Sanitas Alcobendas.-J. M. LOSTAU

Publicado por
Redacción de Valladolid
Valladolid

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j.i. fernández valladolid

Un año después el Quesos Entrepinares sigue sin perder. Un coloso que se ha convertido en el dominador de la Liga pero que tiene en el Sanitas Alcobendas a un rival que parece que le ha tomado la medida. Ayer, contra todo pronóstico, el conjunto madrileño, como ya hiciera la pasada campaña en los cuartos de final de la Copa del Rey, puso contra las cuerdas al campeón liguero que sufrió de lo lindo para sumar los cuatro puntos, ya que el bonus de ensayos se quedó en el limbo.

El conjunto de Diego Merino protagonizó uno de los peores, si no el peor, encuentro de toda la campaña. No obstante, el potencial es tan grande que hasta con cinco o seis jugadores teniendo un mal día, son capaces de sacar los partidos adelante. Aunque ayer lo tuvo que hacer con mucho sufrimiento. Y no es que el rival hiciera un choque de 10, todo lo contrario, lo que ocurre es que el Quesos concedió todas las facilidades del mundo para hacer crear al equipo de Tiki Inchausti en la machada.

En pocos encuentros, el equipo azulón cometerá tantos errores en el pase, avants y cesiones en la touche como lo visto en Pepe Rojo. Alcobendas bien agazapado atrás se encomendó a los numerosos golpes de castigo que los jugadores vallisoletanos concedían. Su seguro de vida se llama Bradley Linklater, que sumaba de tres en tres.

Los 20 primeros minutos fueron lo mejor quesero. El ensayo inaugural de Paila y otro de Wessel Bell hizo pensar que sería otro paseo triunfal, pero nada parecido a la realidad. El campeón se durmió y comenzó a dar síntomas de debilidad. Sin embargo, la apuesta madrileña era la de sumar de tres en tres lo que parecía no incomodar a Diego Merino al llegar al descanso con 14-6.

En la reanudación, de nuevo Wessel-Bell (el mejor del choque) logró ensayar para fijar el 19-9. Una marca que sorprendentemente provocó el derrumbe local. El Quesos era un saco de nervios y concedía todas las facilidades al rival, que sin jugar a la mano ni imponerse en la melé, vivía de los golpes de castigo de Linklater, segundo máximo anotador de la Liga.

Alcobendas, cual hormiguita, fue reduciendo la ventaja, y más aún gracias a un ensayo de Jaime Mata tras un error de Chris Eaton. El 19-19 abría un nuevo partido. El miedo se metió en el cuerpo del VRAC que era incapaz de imponer su ventaja en delantera, así que se contagió del juego del rival y también miró a palos. Un duelo entre Linklater y Griffiths que en el minuto 72 se fijó en un 25-22. El tiempo restante más la prolongación se jugó en campo del VRAC.

La última jugada quedará en la mente del entrenador de Alcobendas. En el último ataque casi con el tiempo cumplido, renunció a un golpe de castigo centrado desde el centro del campo donde Linklater tenía todas las papeletas para pasar por palos, sin embargo, apostó por jugar una touch que le llevara a asaltar de nuevo el campo de Pepe Rojo. Una valentía que se conveitió en osadía, ya que el marcador no se movió. Toque de atención para un Quesos que ve cómo El Salvador se queda a un solo punto en la clasificación.

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