Victoria sobre la cuerda floja
Un Recoletas Atlético Valladolid gris consigue, en los instantes finales ante Cangas, su primer triunfo (23-22) en Huerta del Rey gracias a un Javi Díaz estelar
Rubén Río se dispone a lanzar superando en la acción al montenegrino Vujovic.-J.M. LOSTAU
Huerta del Rey se está convirtiendo en un dormitorio que apereza al Recoletas Atlético Valladolid. Después de sacar pecho ante Granollers, los vallisoletanos volvían a casa donde bailaron sobre la cuerda floja, aunque en esta ocasión lograron mantener el equilibrio ante un Cangas que nunca dio el partido por perdido.
El Recoletas juntó a Serdio yGarza en el eje de la defensa para construir un candado en el que el pestillo le simbolizaba Javi Díaz, imperial bajo palos. A Cangas le costaba encontrar el camino del gol en otro sitio que no fuera la línea de siete metros. Incluso ahí aparecía el portero atlético (tres penaltis parados en los primeros diez minutos) para atragantar a los chicos de Víctor García el inicio del partido.
El choque se movía por un terreno denso en el que las defensas evitaban que se apretara el acelerador (5-3 en el ecuador de la primera mitad). Dos zarpazos de Nico López y Adrián permitieron al Atlético Valladolid ponerse cómodo en su casa, a pesar del empeño del croata Nikola Potic, único capaz de llegar hasta la red de Javi Díaz.
La entrada de un cerebro privilegiado como Diego Camino y de dos picos de electricidad como Miguel Camino y Serrano dieron otro aire al equipo vallisoletano, que tenía armas para mantener su corta renta de tres goles hasta el descanso, al que se llegó con una bonita jugada tejida con hilo de seda y finalizada por Serdio.
La segunda parte fue una carrera contra el marcador por parte delCangas de Morrazo. Las prisas llevaron al atasco mientras que Eduardo Salazar pisaba el parqué vallisoletano para esquivar, desde la portería, una puntilla que no atinaba a manejar con maestría el Atlético Valladolid. Los gallegos sumaron a su juego la velocidad que quitó el equipo local, que masticaba con calma cada jugada mientras que Javi Díaz, abrazado a su estrella, mantenía la renta a buen recaudo.
Los fallos en los metros finales de los gladiadores azules (con un Víctor Rodríguez falto de fe y un Fernando Hernández con la mirilla desviada), las espectaculares estadísticas de Salazar en la portería y el acierto de Moisés Simes desde el extremo condenaron al partido a la alta tensión (20-20), un terreno en el que el Recoletas pisó con tiento.
La exclusión de Cancio ayudó a tejer un desenlace en el que un penalti fallado por Fernando puso las constantes vitales por las nubes. El final fue feliz para los locales, que lograron su primera victoria enHuerta delRey, gracias a que Adrián Fernández cogió el desatascador y a que Javi Díaz frenó con las yemas de sus dedos el último envite de Potic, cuando el reloj llegaba al final de su cuenta atrás.
EL MIÉRCOLES, NUEVO DUELO. Sin apenas tiempo para saborear el triunfo, el Recoletas Atlético Valladolid jugará el miércoles en El Sargal (20.30 horas) el partido de liga ante el Ciudad Encantada.