FÚTBOL REAL VALLADOLID-CÓRDOBA (ANÁLISIS Y OPINIÓN)
Salvador salvado
Luis César ha recuperado a un jugador polémico, ineficaz e intermitente y lo ha reconvertido en pieza fundamental en ataque / Buen partido en todas las líneas pese a la endeblez del rival / El equipo no teme el intercambio de golpes
Iban Salvador sienta a Josema ante Edu Ramos (6) y Caro, para marcar el primer gol del partido.-J.M. LOSTAU
Carrión seguro que vio cómo le jugó el Huesca al Real Valladolid tras el 1-0 y quiso hacer lo mismo. La diferencia estriba en que un dibujo estático, con los componentes de dos líneas defensivas pendientes de los metros cuadrados como si fuesen agrimensores, en lugar de fijarse en los rivales, está abocado al fracaso. Y más cuando juega a paso de burra y el rival va a galope tendido.
Los blanquivioleta pudieron masacrar a un rival al que perdonaron la vida. Resulta ilustrativo decirlo tras un 4-1, pero el Córdoba se pudo ir perfectamente con el doble de goles en contra.
Como los buenos, el Real Valladolid no tuvo que sudar tinta para marcar. Con la única novedad de Ángel por Nacho en el once, lució a Salvador como maestro de ceremonias. Curioso lo del catalán. Cada vez más inteligente. Cada vez más activo. El mismo verso libre y loco que dejaba el año pasado al equipo con diez y tomó el camino del exilio a Murcia, se ha convertido en pieza clave del ataque. Eso se llama trabajo de entrenador.
Óscar Plano siguió su camino y Hervías estuvo esta vez más flojo. Mata apareció para su cita con el gol y para asistir, sobre todo en la segunda parte.
La primera fue letal. El Pucela marcó lo que tiró entre los palos y esta vez la cita con el gol no llegó por los flancos sino por el centro.La estolidez de la doble línea blanquiverde provocó el éxito de los pases en profundidad. El de Plano a Salvador acabó en el 1-0 gracias a la primorosa finta (el defensa no cae, señor Carrión, sino que lo sienta) del hispano-guineano. El del 3-0 es obra de Luismi hacia Mata.
Los mediocentros mantuvieron el eje del equipo, sin problemas ante dos líneas estáticas, con Borja ayudando a la defensa y Luismi al ataque. Las bandas aparecieron en una segunda parte que comenzó fría, con el error de Antoñito, pero que convirtió el campo en un microondas por la capacidad de generar jugadas ofensivas, una tras otra.
Ángel, que empezó flojo, se desató en ataque sin olvidar la defensa. Él y Antoñito fueron más carrileros que laterales. Luis César acertó al cambiar a los dos amena- zados de suspensión y dar entrada al veloz Gianniotas y al creativo Toni. También al introducir a Cotán, que debe ser importante en un futuro cercano. Pese al gol en contra, el Córdoba apenas llegó. Todos los indicadores son positivos.