Diario de Valladolid

TRIATLÓN

Fuego en las zapatillas

El Triatlón Bomberos, uno de los primeros clubes de Valladolid, reúne a una veintena de deportistas procedentes de los diferentes cuerpos de fuerzas de seguridad

Los integrantes del equipo de triatlón de Bomberos posan a los pies de los camiones.-EL MUNDO

Los integrantes del equipo de triatlón de Bomberos posan a los pies de los camiones.-EL MUNDO

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Guillermo Sanz

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Entre su legado de motores y carrocerías, Enzo Ferrari dejó una frase para la reflexión: «Ningún hombre será el mejor si no tiene fuego en la sangre»... y si hay alguien que sabe cómo manejar el fuego son los bomberos, un gremio que ha extendido su influencia hasta el océano del triatlón.

Con 14 años de historia, la apertura de Triatlón Bomberos Valladolid sonó en el año 2003. Barcelona organizaba las Olimpiadas de Policías y Bomberos y hasta la Ciudad Condal se desplazaron una docena de bomberos del Ayuntamiento de Valladolid y de la Diputación para llevar la bandera pucelana. El viaje de vuelta fue un pupitre en la que se empezó a escribir el primer capítulo del club vallisoletano. Con el Triatlón Pisuerga como único club local por aquel entonces, las opciones pasaban por vestirse de rosa o por poner el primer ladrillo a un nuevo proyecto. Ganó la segunda opción.

Con el tiempo, el número de triatletas del club se ha duplicado hasta los 22, dando forma a una mano con ases procedentes de los diferentes cuerpos de seguridad. «Bomberos somos pocos y abrimos el campo a policías municipales, policías nacionales, guardias civiles, militares... queríamos que el club fuera para cualquier persona que interviene en un siniestro», explica el presidente de Triatlón Bomberos Valladolid, Jesús del Caño. Todos ellos dan forma a las piezas de una gran familia a la que cada miembro puede sumar a un amigo.

La veteranía es un grado dentro del Triatlón Bomberos. 15 de los actuales miembros sobrepasan la barrera de los 40 años, demostrando en el agua, sobre la bicicleta o corriendo que la edad es un número. «Nosotros somos un club muy modesto y la mayoría somos veteranos. Para nosotros es una manera de mantenernos en forma, es nuestro estímulo», confiesa el presidente del club. Los años que quedan a la espalda no son un muro insalvable en el camino del éxito. Muestra de ello lo dan Gabriel Cobos, que consiguió el año pasado colgarse la medalla de plata en el Campeonato de España de Duatlón Cross de Almazán, o Ramón Gregoris, que un año antes, se hacía con el bronce en el Nacional de Triatlón Cross celebrado en Castro Urdiales.

La llave del éxito está en el bolsillo de los veteranos. Sin embargo, Del Caño no descarta que las hornadas de nuevos bomberos que están entrando en el cuerpo cojan el relevo y ayuden a apuntar a más medallas, aunque el objetivo no esté ubicado en los tejados más altos: «Nuestro objetivo es participar en los Campeonatos de España, representando a nuestra ciudad y nuestros colores. Es un deporte para disfrutar y para estar en forma», reconoce... y para viajar con la familia, fans número 1 de los triatletas de los bomberos.

Tal vez la herencia de Triatlón Bomberos Valladolid no se contabilice dentro de unos años en metales preciosos. Los mejores pilares del deporte no siempre están recubiertos de oro, plata o bronce. Las medallas se quedan guardadas en un cajón, mientras que el legado de Bomberos Valladolid descansará siempre en la memoria de los miles de triatletas que han pasado por alguna de las tres pruebas que llevan su firma.

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