Diario de Valladolid

CAZA

Más parásitos para el corzo

La Asociación del Corzo Español muestra los resultados del Proyecto Hypoderma con una mosca como causante / Preocupa que zonas de Burgos, Soria y León se vean afectadas

Corzo en la dehesa de La Cenia en la provincia de León.-LEONARDO DE LA FUENTE

Corzo en la dehesa de La Cenia en la provincia de León.-LEONARDO DE LA FUENTE

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Leonardo de la Fuente

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La Asociación del Corzo Español, ACE, en colaboración con el INVESAGA de la Universidad de Santiago de Compostela, detectó entre finales de 2015 y principios de 2016 una nueva parasitación que afectaba a los corzos de España, la infección parasitaria del Oéstrido Hypoderma spp sobre corzo, una parasitación que está presente en nuestra Comunidad y que ha afectado a algunos de los corzos regionales.

La ACE, cuyo máximo responsable es Florencio Markina, acaba de sacar a la luz los resultados del Proyecto Hypoderma, unos trabajos que se iniciaron entonces y que ahora, cuando falta menos de un mes para que se inicie la temporada de caza para el menor de los ungulados en Castilla y León, se han dado a conocer a nivel nacional los resultado de la campaña 2016-2017.

La ACE puso en marcha el denominado Proyecto Hypoderma, con la finalidad de hacer un seguimiento y localización de esta infección parasitaria en el territorio español. Para organizar la recogida de la información, se creó una ficha de campo específica en la que todos aquellos colaboradores interesados (cazadores, guardas, taxidermistas...) pudieran remitir los datos, de forma fácil y sencilla, a la dirección ace.gusano.corzo@gmail.com.

Desde la ACE aportaron a EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN la siguiente información: «Hypoderma ssp es un oéstrido del orden de los dípteros, una mosca cuyas larvas se desarrollan bajo la piel del dorso de rumiantes domésticos y silvestres, entre los cuales se encuentra el corzo. La mosca vuela en verano y deposita sus huevos sobre el pelaje de los corzos. Las larvas, recién nacidas, penetran a través de la piel y, tras una primera muda, mantienen abierto un orificio cutáneo por el que respiran y, a través del cual, abandonan al hospedador, una vez finalizado su fase larvaria de tres estadios. Durante su desarrollo, las larvas se encuentran dentro de unos nódulos o ‘barros’ y pueden causar lesiones hemorrágicas y gelatinosas en músculos superficiales. El mayor grado de infestación corresponde al periodo otoño-invernal, momento más adecuado para detectar al parásito bajo la piel de los animales infectados».

Los datos recopilados, han reportado información de 13 municipios con parasitosis positiva de Hypoderma spp en corzos, con una proporción de 1-4 corzos afectados por localidad.

De los lugares con detección de Hypoderma spp, uno se localiza en Burgos, entre la zona de Aranda de Duero y Lerma, siete en el Norte de Guadalajara y dos en el Sur de Soria. Además, hay que destacar la aparición del parásito, por primera vez, en las provincias de Zaragoza y Teruel. Por sexos, se han registrado tan sólo 2 machos de corzo infectados, uno capturado en abril y otro en octubre. El resto de infestaciones se ha dado en hembras durante el periodo invernal (diciembre a febrero) con una media de 22 larvas por ejemplar.

En relación con los municipios en los que se detectó la presencia del parásito en 2015, durante 2016 y primeros de 2017 se ha vuelto a detectar Hypoderma spp en 3 de los municipios afectados la campaña pasada, todos ellos pertenecientes a la zona Norte de Guadalajara.

Florencio Markina apuntó a este diario: «Desde la Asociación del Corzo Español insistimos en la importancia que tiene para la gestión de la población el seguimiento sanitario de los corzos. En muchas zonas hay que ajustar las poblaciones y son los cazadores quienes tenemos que controlar, especialmente las hembras. La parasitación en sí no reviste ningún problema para los humanos, pero sí nos preocupa sobremanera que afecte a nuestros corzos. Por primera vez hemos detectado que esta mosca, que era la que normalmente parasitaba a los ciervos, ahora podemos asegurar que comparte hospedador con el corzo y esto sin duda es una noticia de gran relevancia pues hasta esta fecha no se tenía noticias de que un parásito específico como este oéstrido fuera compartido por dos especies diferentes. Nosotros pedimos como medidas de colaboración que se amplíen los planes de gestión de los cotos y se haga especial control sobre las poblaciones de hembras, pues entendemos que hay mucha abundancia de ellas y siempre es mejor extraer ejemplares del medio antes de que una superabundancia de ellas incida para que el parásito siga extendiéndose», señala Markina.

La ACE tiene previsto continuar esta campaña, con estos estudios, pues preocupa sobremanera que algunas muy buenas zonas corceras españolas, entre las que destacan algunas de Burgos, Soria o León, se vean afectadas y por ello piden la colaboración para que cualquier persona que detecte la presencia de este parásito u otros que pudieran aparecer y quieran colaborar en el proyecto, se puedan descargue la ficha correspondiente en el apartado ‘Proyecto Oéstridos’ ubicado en la web de la ACE.

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