Rafa vuelve a Zorrilla

Rafa vuelve a Zorrilla. El futbolista vallisoletano (Peñafiel, 1985) vestirá de nuevo la camiseta blanquivioleta. Lo hizo en dos etapas anteriores (2003 a 2005 y 2006 a 2008) y la tercera será a partir de este verano. El canterano ha firmado por tres temporadas y será presentado hoy a las 11.30 horas en la Residencia de Jóvenes Jugadores del Valladolid, un escenario que le traerá buenos recuerdos ya que allí comenzó su etapa de futbolista.

El regreso de Rafa no constituye ninguna sorpresa. Este periódico avanzó el pasado 24 de junio que el polivalente defensa meditaba su vuelta al club que lo descubrió. Entonces no tenía excesiva prisa, a la espera de recibir ofertas de Primera División, pero tres semanas después ha dado el paso definitivo. Rafa cerró ayer el acuerdo en las oficinas del club. El compromiso es hasta junio de 2019. Al igual que ha ocurrido con las anteriores incorporaciones, el Valladolid apuesta por un contrato de larga duración. Para el futbolista, que en abril cumplió 31 años, podría ser el último de su carrera deportiva.

La presencia de Rafa permitirá a Paco Herrera disponer de un futbolista polivalente que puede actuar de central y lateral. Es uno de los objetivos que se ha marcado el Valladolid esta temporada, tener jugadores que puedan desenvolverse en varias demarcaciones.

La etapa de Rafa en el Promesas fue corta. Comenzó jugando en el centro del campo pero Fernando Vázquez, entonces en el banquillo del Valladolid, siguió muy de cerca su evolución, optó por retrasarle a la defensa y apostó por él para dar el salto al primer equipo. El de Peñafiel jugó cedido en el Eibar la campaña 2005-2006 y después regresó a Valladolid para completar dos temporadas. La primera de ellas fue antológica, la del inolvidable ascenso a Primera División con récords de puntos, goles y jornadas sin perder bajo la dirección de José Luis Mendilibar.

Al tiempo que el Valladolid crecía, ya en la máxima categoría, y daba varios sustos a los equipos más poderosos -fue la temporada del golazo de Pedro López a Casillas por la escuadra-, Rafa también maduraba y se convertía en un defensa difícil de superar por los delanteros. El Getafe vino a por él y con el conjunto azulón estuvo siete temporadas. En total, Rafa disputó 146 partidos en Primera División. En las dos últimas campañas, el de Peñafiel vistió la camiseta del Paderborn alemán. La experiencia no ha podido ser peor ya que vivió dos descensos consecutivos.

El factor humano es uno de los aspectos que ha valorado el Valladolid a la hora de cerrar el acuerdo. Al igual que ocurrió esta pasada temporada en el mercado de invierno con la llegada de Borja, en Zorrilla no han olvidado los buenos recuerdos que dejó Rafa. El hecho de volver a vestir de blanquivioleta constituye para el futbolista de Peñafiel un nuevo desafío. Han sido muchos los años que ha estado fuera, pero Rafa sigue considerándose un vallisoletano más.

El Valladolid ya intentó convencer aRafa esta pasada campaña. Era uno de los objetivos de Braulio en el mercado de invierno pero las gestiones no cristalizaron. Con la continuidad de Álvaro Rubio en el aire -a medida que pasan los días su futuro parece estar más lejos de Zorrilla-, Rafa vuelve dispuesto a ganarse la titularidad y a llevar también los galones en el terreno de juego y en el vestuario.