«¿Ascenso directo? Igual me gusta pensarlo pero no decirlo»

El nuevo técnico blanquivioleta gasta modales británicos y verbo sacerdotal. Pausado y reposado, representa la antítesis del míster volcánico. ¿Es lo que necesita el Real Valladolid? La solución, en junio.

Pregunta.- ¿Tiene equipo para el ascenso?

Respuesta.- Veo una buena plantilla para estar arriba. Es el objetivo de este equipo. Lucharemos para ello porque, si vengo, es pensando en ocupar esos puestos.

P.- ¿Por qué da miedo en el mundo del fútbol hablar de ascenso? Parece una palabra tabú.

R.- Es verdad. Da un poco de reparo. Nunca me gusta hablar de eso. Lo que puedo decir es que la plantilla es muy buena en todos los sentidos, tanto en entrenamientos como en partidos. No tengo ninguna queja porque salimos a competir bien y la actitud diaria es muy positiva.

P.- Pero en el juego aún no se han visto todas esas virtudes. ¿Es pronto o es que esta plantilla no da para más?

R.- Aún nos hace falta plasmar los domingos muchas cosas que hacemos bien en los entrenamientos. Poco a poco lo iremos consiguiendo.

P.- Insisto: ¿cree que tiene una de las mejores plantillas de la categoría o no?

R.- Tenemos que estar entre los mejores.

P.- ¿Los dos mejores [ascenso directo] o los seis mejores [promoción]?

R.- Los dos primeros deberán tener mucha regularidad. El resto pasarán por fases de regularidad e irregularidad, porque esta Segunda es muy igualada. Primará la regularidad que haya en el final de Liga. Por presupuesto, afición, club y ciudad, tenemos que estar arriba.

P.- ¿Sería un fracaso quedar fuera de la promoción?

R.- Visto desde este punto de vista, sí. No cumpliríamos el objetivo.

P.- ¿Ve factible aún el ascenso directo?

R.- No quiero aventurar nada. Igual me gusta pensarlo pero no decirlo. Soy de los que se guardan sus cosas. En la Segunda de esta temporada todo es factible. La igualdad es máxima. Pero quiero reiterar que nuestra lucha será el estar arriba.

P.- ¿Cómo se encontró al equipo a su llegada?

R.- Un conjunto como el Valladolid, diseñado para estar arriba, por fuerza está tocado anímicamente cuando lleva cinco jornadas sin ganar. No es un problema de aptitud sino de fe en sí mismo. Con el tiempo iremos despejando esas dudas.

P.- ¿Qué tanto por ciento de su ideario de fútbol ha inoculado en estas tres semanas?

R.- No sé cuánto, pero ni mucho menos el cien por cien. Un equipo no se construye en dos días. Y hay que hacerlo con lo que tenemos. Porque un entrenador a veces llega con unas ideas pero no se aplica lo que se quiere sino lo que se puede. Se trata de intentar que ambas líneas se aproximen.

P.- ¿Qué echa entonces de menos en este equipo?

R.- Como en muchos de Segunda, que los delanteros marquen más. Y que generemos másocasiones. Los equipos que ascienden son los que tienen al primer o segundo máximo goleador.

P.- ¿Y hay calidad arriba?

R.- Sí. De tres cuartos hacia adelante hay buena calidad.

P.- Pues el sábado salió antes Jose, del filial, que Diego Rubio, delantero con el que había ensayado como titular toda la semana.

R.- Ocurrirá más veces. Y puede que me veáis entrenar con tres centrales y después jugar como siempre.

P.- ¿Y no es más lógico jugar como se entrena?

R.- Claro. Pero puedo entrenar un mes una cosa y una semana trabajar otra, por si tengo una urgencia. Lo que nunca haré es presentar en el campo algo que no haya ensayado.

P.- Habla del ataque, pero este equipo se ha roto en dos a menudo esta temporada. A usted le ocurrió contra el Leganés. ¿Cómo puede solventarlo?

R.- Entrenando, repitiendo, entrenando, repitiendo, repitiendo, juntando las líneas en los entrenamientos [fue la base del de ayer] y haciendo ejercicios sobre esto. Es cierto que el otro día nos quedamos largos.

P.- A medida que transcurría el partido, Tiba se iba incrustando cada vez más en el ataque. ¿No pudo corregirlo?

R.- Cuando estás en el banquillo y hablas, a veces te escuchan y muchas veces no. Me gustaría tener dos tiempos muertos en un partido para poder corregir o retomar lo perdido.

P.- ¿Qué refuerzos necesita en el mercado de invierno? Porque de la defensa, que es la línea que más ha hecho aguas, no hemos hablado.

R.- Ahora mismo no me planteo esto sino reforzar a los jugadores que tengo. Que mejoren.

P.- Comentaba en su página web que podía hacer cerrado los dos últimos partidos. Si fuese así el Real Valladolid, 17º, sería ahora noveno, empatado a 18 puntos con el sexto. Pero si Chuli hubiese metido el penalti con el Almería, ocuparía puesto de descenso. ¿Con qué nos quedamos?

R.- (Risa) También es verdad. Pero soy optimista. Y la impresión es que se nos han escapado cuatro puntos. Confío en que volverán.

P.- El Real Valladolid aún no ha ganado fuera. Así es imposible subir.

R.- Está claro. Hay que ganar fuera y sumar casi todo en casa.

P.- Pero para eso es imprescindible una personalidad reconocible. Con la misma llegan los resultados. Y el Valladolid aún no la tiene.

R.- Lo que tenemos por ahora es una idea de lo que queremos. Me gusta que el equipo tenga el balón y criterio con él. Y una buena salida para desbordar las líneas de presión. Lleva un tiempo que la efectividad sea tan clara como las ideas.

P.- ¿En cuánto tiempo lo veremos?

R.- Poco a poco vamos logrando cosas. Los jugadores saben cuál es mi pensamiento y están contentos de que sea ése. Eso es lo importante.

P.- ¿Entiende los pitos de la afición al final del último partido?

R.- Perfectamente. Sé que ésta es una ciudad muy exigente, y me gusta. Pero también digo que hay momentos en los que el jugador necesita su apoyo, como ahora.