Diario de Valladolid

Fútbol: Real Valladolid

Los fiascos de Braulio

El director deportivo se equivocó con Rubi y Garitano / Ha fichado 27 futbolistas en dos temporadas, a coste cero, pero varios eran suplentes en sus equipos y aquí juegan poco

Braulio Vázquez, director deportivo del Real Valladolid, en su despacho.-J. M. Lostau

Braulio Vázquez, director deportivo del Real Valladolid, en su despacho.-J. M. Lostau

Publicado por
Javier Álamo
Valladolid

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El desastroso comienzo de temporada del Real Valladolid, que cerró la novena jornada en puestos de descenso a Segunda B, y la destitución de Garitano este pasado miércoles dejan al descubierto un nuevo fiasco en la dirección deportiva del club. El equipo tiene muchísimo tiempo por delante para reaccionar -es el mensaje que lanzan los propios jugadores-, pero el ciclo del entrenador vasco ha durado poco más de tres meses.

Ante una situación así surgen varias preguntas. ¿Toda la culpa ha sido de Garitano? ¿En qué medida han fallado los futbolistas? ¿El director deportivo ha acertado con los fichajes? Braulio ha apostado ahora por Miguel Ángel Portugal tras el fracaso con Garitano, que se suma al de la pasada temporada con Rubi en el banquillo.

Braulio ha confeccionado las dos últimas plantillas del Valladolid y lo ha hecho sin gastar ni un solo euro. Los jugadores que han llegado en propiedad lo han hecho a coste cero porque estaban libres. En total son 27 los futbolistas incorporados esta campaña y la anterior.

Las limitaciones salariales que impone la Liga de Fútbol Profesional a todos los clubes de Primera y Segunda aprietan al Valladolid. En Zorrilla no pueden pasarse de un tope y eso merma las opciones a la hora de acudir al mercado nacional y al internacional.

Los dos grandes fiascos de Braulio han sido Rubi y Garitano. El catalán fue incapaz de sacar el máximo rendimiento a una plantilla que tenía calidad para haber ascendido directamente y el vasco ha repetido los errores de su antecesor en las nueve jornadas que ha estado en el banquillo. A ambos se les fue el equipo de las manos.

¿Y las plantillas? En su primer año en Zorrilla, Braulio acertó de pleno en varios fichajes (Javi Varas, Hernán Pérez, Roger y André Leao) pero vio cómo otros jugadores se pasaron muchas jornadas en el banquillo o en la grada (Samuel, Chus Herrero, Jonathan Pereira y Tulio de Melo) porque Rubi consideraba que no tenían puesto en el once inicial. El propio entrenador realizó multitud de combinaciones sin éxito para encontrar un hombre-gol tras la lesión de Roger.

La plantilla actual tiene menos calidad que la anterior y así se está viendo reflejado en el inicio de competición. Han venido futbolistas que la pasada campaña eran suplentes en sus equipos y aquí juegan poco, Manu del Moral se incorporó con la Liga ya comenzada y sin haber hecho pretemporada y los acuerdos con Tiba, Diego Rubio y Erick Moreno se sellaron pocas horas antes de que se cerrase el mercado. A esto se une que futbolistas como Óscar, André Leao y Mojica, que tuvieron un notable protagonismo en la temporada 2014-2015, no han sido aprovechados al máximo por Garitano estos primeros meses. ¿Quién es el culpable, el director deportivo por traer jugadores que pueden tener bajo nivel o el entrenador de turno por no haber aprovechado las virtudes de cada uno de ellos?

Existe otro condicionante que puede marcar el rendimiento de un equipo durante la primera vuelta. Como ya sucedió la pasada campaña, Braulio reserva dinero para abonar las fichas de los jugadores que reforzarán el equipo en el mercado de invierno. Son futbolistas que este pasado verano no estaban al alcance de la economía del club o no han querido venir porque preferían luchar por la titularidad en equipos de Primera División. Hay que recordar que uno de los jugadores más destacados del Valladolid en la campaña 2014-2015, Hernán Pérez, llegó en enero, se ganó de inmediato la titularidad y acabó convirtiéndose en una de las grandes revelaciones de la Liga. Si el rendimiento de varios de sus compañeros hubiera sido idéntico, a lo mejor el Valladolid estaba compitiendo ahora en Primera.

Los fracasos de Rubi y Garitano dejan indefenso al director deportivo. Del catalán se dijo que era uno de los técnicos con más proyección y resulta que una de sus mayores preocupaciones era entrenar a puerta cerrada para «aislar a los jugadores». Con Garitano faltó una alfombra roja para recibirlo. Todo el mundo hablaba maravillas de él por sus éxitos con el Eibar y ha dejado una herencia penosa. Cómo estará el panorama en el vestuario para que Braulio diga en público que la plantilla tiene una falta de confianza «brutal». El Valladolid se tambalea y las miradas apuntan al director deportivo ante la preocupación general por ver al equipo en zona de descenso.

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