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El Valladolid dice «no» a la huelga
El presidente Suárez abandonó la junta de la RFEF / «No me gusta, y menos a estas alturas de la temporada», manifiesta el capitán Peña
El Real Valladolid-Osasuna corre peligro de suspensión. Y el Barcelona B-Real Valladolid. Y todos los partidos que restan desde el día 16 y hasta final de temporada, tanto al conjunto blanquivioleta como a todos los que juegan bajo el paraguas de la Federación Española.
La RFEF anunció este miércoles, al término de la reunión de su junta directiva, la suspensión indefinida de todas las competiciones a partir del 16 de mayo, en desacuerdo con el decreto sobre derechos de televisión, aprobado el 30 de abril pasado por el Consejo de Ministros.
La Española se ampara para su decisión en «la actitud irrespetuosa hacia la RFEF del Gobierno de España en el contenido de este Real Decreto-ley y por la falta de resolución de todas las cuestiones que motivaron en los meses precedentes paros totales de todas las competiciones en diecisiete federaciones territoriales, que afectaron a más de 600.000 deportistas, 30.000 partidos y 15.000 entidades de fútbol aficionado, ignoradas en su significación y sentimiento».
También se queja de la retirada del 4,55% procedente de las quinielas «sin motivo alguno por parte del Secretario de Estado para el Deporte», de «las inspecciones de la Agencia Tributaria y de la Seguridad Social a los clubes de fútbol aficionado» y de desatender «las reivindicaciones en favor de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE)», quien considera que los jugadores no reciben lo suficiente del nuevo pastel televisivo.
Sin embargo la actitud por parte de todos los federativos no es unánime. Y uno de los disonantes viste de blanquivioleta. Cinco clubes: Real Valladolid, Villarreal, Getafe, Las Palmas y Tenerife, se levantaron y se marcharon de la Junta de la RFEF al no estar de acuerdo con la medida propuesta.
Carlos Suárez fue uno de ellos. El presidente pucelano estuvo reunido durante toda la tarde-noche y quedó en hablar este jueves con los medios de comunicación para comunicar el porqué de su postura.
No es muy difícil conjeturar que la medida, que pone en peligro el cierre de la temporadafutbolística, se inscribe en la guerra de poder entre RFEF por un lado y LFP y CSD por el otro. Con su paso, el Real Valladolid, que durante lustros ha mantenido buenas relaciones con ambos pesos pesados, se ha significado como nunca lo había hecho hasta ahora.
El siempre moderado capitán Carlos Peña se mostró en contra del paro, aunque reconoció que le faltaban datos para calibrar su opinión. «Sinceramente, no estoy muy al tanto del tema. Han llamado esta mañana a Rubio para esa posibilidad. No sé qué reclama la AFE porque no se nos ha informado todavía. Personalmente no me gusta hacer huelga, y menos a esta altura de la temporada, con un calendario tan apretado. Puede que tengamos pocas vacaciones y prefiero disfrutarlas y arreglarlo por otras vías. Pero si lo decide el sindicato tendremos que ir adelante, si estamos todos de acuerdo».
Los próximos días serán de reuniones a múltiples bandas pero no se aventura una solución fácil en una auténtica guerra por el poder en la que algunos desean ganar tiempo, por si las elecciones generales cambian el panorama.