«Estamos bloqueados»

Javi Chica habla tan claro ante la grabadora como frente al balón. No es de filigrana barroca sino de verticalidad gótica. Y evita tirar pelotas fuera. Dice lo que piensa y asume errores.

Su injerto en el ala zurda no le sentó como un guante, pese a su voluntad. «No me encontré del todo cómodo. El Albacete presionaba muy bien la salida de balón y, al jugar a pierna cambiada, cuesta un poquito más tomar las decisiones. Intenté ayudar todo lo que pude. Excepto en el gol, que nos trastocó todo, creo que estuve bien. Después me cambió de banda el míster y seguí intentando ayudar».

¿Fue un error esa disposición inicial? «No creo que sea yo quien tenga que decirlo, pero pienso que está bien. He jugado muchos partidos en la izquierda y en esa banda estaba Keko, que es uno de los jugadores más rápidos que tiene el Albacete. El míster pensó en eso y en que Herrero se encuentra más a gusto en la derecha que en la izquierda». El defensa finaliza la respuesta con un corolario: «Lo que hace el míster está bien siempre».

Tampoco piensa Chica que su cambio de ubicación le haya perjudicado, por la costumbre en supeditar ciertos puestos al rival. «No pienso así porque muchas veces me gusta más jugar por la izquierda que por la derecha. Me meto dentro, tiro paredes, tiro a puerta... el Albacete es uno de los equipos que más corren de la categoría y trabaja muy bien en equipo. Nos lo puso tan difícil que fue imposible».

El ex españolista admite que el problema pucelano es más de juego que de puntos. Y que el equipo está bloqueado. «La palabra que nos define ahora es ésa: bloqueo. El sábado se nos gira todo en el minuto 1 y no sabemos hacer frente a la situación. Hace tiempo pasamos un bache de gol y ahora lo estamos pasando de juego. No estamos bien, lo sabemos y trabajamos para corregirlo. Queremos recobrar la autoestima. Hay que coger de nuevo esa confianza».

Confianza. Una palabra que sigue vigente en su relación con el míster. «Por supuesto. Desde el primer momento dejó sus ideas claras y han dado sus frutos. La temporada es muy larga para lo bueno y lo malo, pero él no es el que juega. Si nos tiemblan las piernas es a nosotros, no a él».

Por último, el zaguero lanza un mensaje optimista. «Tras un año de descenso es difícil volver pero hice una apuesta y pienso que la voy a cumplir. No estamos tan mal. Se han separado los de arriba pero cada vez cuesta más ganar partidos. Hay que asegurar los de casa y sacar muchos fuera para estar entre los dos primeros».