Homenaje a la cantera

La batalla duró dos actos. El MyWigo tardó veinte minutos en acabar con un Prat Joventut, que decidió voltear el cañón de su rifle y acribillarse sin piedad para terminar con la camiseta agujereada. Y con el adversario con la bandera balanza izada, Porfi Fisac decidió convertir la pelea en un completo homenaje a su cantera. El técnico, vistos los kilómetros de distancia que reflejaba el marcador, cosió el escudo de la ciudad a la pista y después de dar la alternativa en el primer cuarto a Miguel González, jugador cadete de quince años, decidió terminar el choque con cuatro vallisoletanos sobre la pista.

Este improvisado homenaje a la cantera se convirtió en la historia con más miga de un encuentro, en el que el conjunto morado pasó por encima de un adversario, incapaz de alcanzar el 25% de acierto en tiros de dos, lo que se convirtió en una losa imposible de levantar ante la enorme actitud que derrochó el MyWigo durante todo el duelo.

El partido arrancó con equilibrio, pero la balanza comenzó a desplomarse hacia el lado vallisoletano cuando Javi Lucas y Sergi Pino tomaron el mando. El equipo de Porfi Fisac hizo pequeños los centímetros de más que tenía el cuadro catalán bajo los tableros y con raza, orden y una gran intensidad defensiva, puso las bases de lo que al final resultó una victoria incontestable, sonrojante incluso.

Con seis puntos de frontera (23-17), el MyWigo salió a la pista en el segundo acto convencido de deshilachar por completo al endeble conjunto visitante. Con Uriz en la primera línea de fuego y Rakocevic entonando su muñeca, los de Fisac convirtieron su zona en un muro infranqueable y la resistencia catalana pronto dijo basta.

El choque aún no estaba fracturado al descanso, pero los morados ya sabían que tenían más de medio triunfo en la mochila(39-27). Más que los doce puntos, la diferencia entre los dos equipos estaba en las sensaciones, en la actitud, en la rabia por olvidar los despachos de los guerreros de Porfi Fisac.

Y con esta rabia contenida, el MyWigo partió en dos al Prat en un tercer episodio inmaculado. Con las piernas y los brazos batiendo sin descanso en defensa, y Rakocevic, Uriz y Lucas como percutores en ataque, el conjunto vallisoletano comenzó a sacar los colores a un adversario que ya aparecía descompuesto sobre el parqué de Pisuerga. La distancia entre vallisoletanos ya era insalvable (62-39) y solo restaba conocer la diferencia final con un último cuarto por delante. En esta escena, Fisac decidió adornar su compromiso y terminó la paliza con Martínez, Astilleros, Miguel González y Arranz, cuatro gladiadores de la casa.