Club Balonmano Atlético Valladolid
Triunfo a pie cambiado
El Atlético Valladolid mantiene la segunda plaza tras sumar los dos puntos en un partido acelerado ante el ‘pequeño’ pero combativo BM La Roca, que no alineó al ex Asobal Ferrer
Alfonso de la Rubia lanza entre líneas sobre la defensa abierta planteada por el BMLa Roca-José C. Castillo
Diez minutos de inspiración liderados por la furia de Grossi y Roberto Pérez y la calidad enlatada de Alfonso de la Rubia bastaron para sacudirse de encima al pegajoso e incómodo BMLa Roca. Sin hacer un buen partido el BM Atlético Valladolid supo sacar adelante un partido en el que los resultados del sábado le obligaban a estar atento para no perder comba y mantener esa privilegiada segunda plaza en la tabla clasificatoria que le concedería la ventaja de albergar en Huerta del Rey la fase de ascenso.
La noticia de que no viajó a Valladolid con el BM La Roca su principal referente, el ex Asobal Álvaro Ferrer tuvo el efecto contrario en el conjunto de Nacho González. Y es que el verse claramente superior unido a la particular forma de jugar de su rival (al más puro estilo cantera catalán) le crearon más problemas de lo esperado en un partido marcado por la espesura en ataque. Y el motivo no fue otro que merced a la defensa 3-2-1 de los catalanes que derivaba en más de una ocasión en una defensa individual hombre a hombre como si de un partido de baloncesto se tratase, la fluidez del BM Atlético Valladolid se vio con cuentagotas. Con su buque insignia Fernando Hernández, por segundo partido consecutivo fuera de sitio, el conjunto de Nacho González vivió de las rentas gracias a ese arreón de inspiración inicial que le concedió cinco goles de ventaja (8-3). Una renta que supo administrar ante la oposición de un rival que se dedicó a jugar a lo suyo, con su particular estilo, intentando minimizar sus notorias y más que evidentes carencias en forma de centímetros.
Al tran tran el Atlético Valladolid mantuvo a raya a un equipo que nunca se descompuso pero que acabó siendo víctima de su aceleración extrema con pérdidas que ejercieron de flotador para su adversario. Ni siquiera el cambio de portero, dando entrada Nacho González al joven Cabada, sirvió para cambiar el rumbo de un encuentro curiosamente decidido en el primer cuarto de hora.
Al final, triunfo a pie cambiado y sin grandes alardes por cinco goles (31-25) que deja la lectura de que el Atlético tiene aún una marcha menos de la que tenía antes del parón de navidades.