Especialista en derbis

.. Y el sol volvió a salir por Navidad. El MyWiGo Valladolid demostró este domingo que a pesar de los pesares es un candidato firme al ascenso a la ACB. Y lo hizo ante posiblemente el equipo mejor armado de la LEB-Oro, un Ford Burgos al que no le quedó más remedio que bailar al son que tocó su rival. Un MyWiGo Valladolid con un corazón gigante representado en la figura de su entrenador Porfirio Fisac, especialista en llevar los partidos a su terreno y sacar provecho a la pizarra.

El conjunto morado, como hiciera días atrás ante el Quesos Cerrato de Palencia, diezmado (este domingo no pudo jugar Rakocevic), de puntillas y sin hacer ruido, devoró un nuevo derbi para dejar claro que las apariencias engañan con esa grave enfermedad llamada deuda, de momento, controlada, aplacada y dejada en un segundo plano desde el parquet.

Sin opciones para entrar en la Copa del Príncipe, derecho que finalmente se han ganado Palencia y Breogán, con una victoria más que los vallisoletanos, Porfi Fisac lo fió todo a atar en corto al poderoso juego interior (con más kilos y con más centímetros) del conjunto burgalés. Y lo consiguió anulando por completo a Coppenrath, Olmos y ,Diouf, y nublando la mente del veterano Jorge García, metido en una guerra perdida con los colegiados. De poco o de nada importó que el Ford Burgos estuviera lúcido desde más allá de la línea de 6,75 con un Jefrey Xavier en estado de gracia ejerciendo de flotador ofensivo de su equipo.

La guerra era una cuestión de paciencia, de espera, de tiempo. Y así fue, controlada y asegurada la ‘pintura’ solo había que esperar que el porcentaje de acierto en los triples bajara o que el técnico rival, Andreu Casadevall cometiera un error como fue envenenarse con los colegiados, especialmente con el leonés Carpallo (casado con una burgalesa). Y es que ese veneno que le llevó a su equipo a sufrir dos técnicas (una de ellas durante el descanso), le desquició por completo para olvidarse de su mejor jugador, Xavier, único abrelatas certero de la defensa vallisoletana, durante todo el tercer cuarto.

El derroche de corazón del MyWiGo Valladolid tuvo un efecto compensatorio ante la mayor calidad técnica y física de su rival. Y lo hizo desde el inicio apostando por el desparpajo de canteranos como Jonatan y sobre todo Astilleros (con ocho minutos iniciales soberbios), que hicieron su labor cuando estuvieron en cancha dando relevos. Así el equipo de Porfi mandó siempre en el marcador con ventajas que alcanzaron los 11 puntos (51-40) apoyados en una rápida y letal transición defensa-ataque, en la experiencia impagable de Montáñez y el trabajo sucio de ‘trincheras’ a cargo del siempre combativo Sergio de la Fuente. El Ford Burgos claudicaba en Pisuerga y solo a base de arreones evitó que el MyWiGo, muy serio, cerrara el partido antes de tiempo. Al final triunfo por siete puntos (77-70) vital para seguir creyendo.