Del Madrid a Guinea Ecuatorial

Nadie, absolutamente nadie, duda que Valladolid, desde hace mucho tiempo, es tierra de sabios, tierra de entrenadores que han logrado hacer carrera y ‘vivir’ del baloncesto. Como tampoco que la gran mayoría de estos entrenadores que han logrado entrar en la rueda del baloncesto de elite, se han visto obligados a hacer las maletas en busca de fortuna y de un reconocimiento que, por unos motivos u otros, su tierra, la siempre exigente Valladolid, no se los dio. En el recuerdo o en el escaparate hay una larga lista de entrenadores vallisoletanos que en su día lograron subirse, no sin esfuerzo y mucho sacrificio a cientos, miles de kilómetros de casa, al privilegiado vagón de la élite. Entrenadores vallisoletanos de prestigio que dejaron o siguen dejando a su paso una huella imborrable como Moncho Monsalve, Joaquín Brizuela, Gustavo Aranzana, Paco García, Chechu Mulero, Inaki Martín, Roberto González o Porfi Fisac, por poner unos ejemplos.

Otro de estos vallisoletanos errantes es Hugo López, un técnico salido de las categorías inferiores del Club Baloncesto Valladolid, que decidió hace ya 14 años, en la campaña 00-01, emigrar a Estados Unidos para recalar en el Northwestern High School y, un año después, en el Edinboro University Pennsylvania de la NCAA como entrenador asistente en busca de formación y conocimientos. Porque Hugo López siempre lo tuvo claro: su pasión como trabajo y forma de vida.

Catorce años después de aquella decisión, para muchos osada debida la dificultad que entrañaba entrar en una rueda de por sí ya acotada a los llamados privilegiados de este deporte, después de ser fiel escudero, primero de Félix Alonso y después de Quino Salvo y Moncho Fernández en el Villa de Los Barrios de LEB, y tras hacerlo también con Pablo Laso en el Lagun Aro GBC de ACB y en el Real Madrid durante las tres últimas campañas, Hugo López echa a volar en solitario. Y lo hace como primer entrenador en una aventura exótica con el añadido de colaborar y ayudar a la expansión del baloncesto africano.

Tras digerir el mal trago que supuso salir por la puerta de atrás del Real Madrid (al igual que el otro ayudante de Pablo Laso, ‘Jota’ Cuspinera), Hugo López prueba fortuna en el baloncesto africano al hacerse cargo del Malabo Kings de Guinea Ecuatorial. Una aventura, su primera aventura como primer entrenador.

El técnico vallisoletano asume el reto de colaborar con el baloncesto africano con la intención de llevar a su nuevo equipo a lo más alto de la Copa de África de clubes (la Euroliga de Europa) que se disputará en Túnez del 10 al 21 de diciembre.

Hugo López ha conseguido traer al Malabo Kings a España (cinco semanas en Pinto y tres en Ribadeo) para preparar su asalto a una competición que nunca ha logrado superar los cuartos de final. «Es la mejor forma para ganar un ritmo de competición que en Guinea no encontraríamos».

Hugo López habla de su nueva aventura. «Es ilusionante para mi porque intento aportar mi granito de ayuda en el crecimiento del baloncesto africano. Espero que sea una experiencia con mucho trabajo en equipo y títulos», asevera.