Sí es país para viejos

¿Quién dijo que con jugadores de treinta y cuarenta años no se podía rendir a buen nivel? El hambriento de gloria Atlético Valladolid demostró ayer que el carnet de identidad no es importante en el balonmano actual. Al menos para mandar con autoridad en la División de Honor Plata. Al menos para seguir ‘vivo’ en la Copa del Rey apeando a todo un equipo Asobal como es el BM Aragón.

Con un siete que sumaba 238 años (tres ‘cuarentones’, tres treintañeros y un veinteañero) fue capaz de dejar en evidencia a un BMAragón que tuvo que recurrir a otro veterano ilustre, Demetrio Lozano, que vuelve a vestirse de corto tras su retirada de las canchas de juego al término de la pasada campaña.

Pero este Atlético Valladolid está hecho de otra pasta dejando muy claro que ‘sí es país para viejos’, que la cabeza manda sobre el cuerpo y que las ganas y capacidad de sufrimiento derriban cualquier barrera por muy alta que sea. Y es que ayer, en otro ejercicio de pundonor, no solo compitió ante un rival de rango superior con jugadores de primera talla nacional como son el propio Lozano, Val,Sorli o el ex BM Valladolid Asier Antonio.

«Esta Copa no se tira» decía alto y claro Nacho González en la previa de esta eliminatoria a partido único. Y así fue. Compitió de principio a fin como si la vida le fuera en el empeño. La demostración del ‘veteranísimo’ Fernando Hernández fue el claro ejemplo de ese compromiso con el recién bautizado club que busca (y lo está consiguiendo) hacer olvidar al defenestrado BMValladolid. Sus 10 goles enseñaron el camino de la victoria ante un rival poderoso en el eje defensivo con hasta tres jugadores de dos metros. Pero su maestría a la hora de jugar entre líneas ofreciendo en cada carga, en cada envite su mejilla, al igual que ese ‘caballo desbocado’ llamado Roberto Pérez, autor de siete goles, bastó para sacar los colores al BM Aragón.

Se preveía que el partido iba a ser de mucha exigencia y así fue. Con alternativas en el marcador ningún equipo consiguió una renta superior a los tres goles. El BM Aragón fue el primero en enseñar los dientes con Asier Antonio (retornando a sus orígenes siendo juvenil al jugar de lateral) liderando el ataque. Pero el 8-11 pronto tendría respuesta de un Atlético Valladolid que con un parcial de 5-1 dejó muy claro que iba a vender cara su piel.

Tras una primera mitad nivelada no exenta de emoción (16-16 al descanso) el partido creció en tensión con un público, de nuevo, totalmente entregado y hechizado ante el derroche de fe de un Atlético Valladolid dispuesto a todo. Y es que con 20-22 en el ecuador un nuevo arreón liderado por Fernando y Ávila (omnipresente en defensa y en ataque como pivote) hizo posible lo que para muchos parecía imposible. El BM Aragón caía en las redes del conjunto vallisoletano como hiciera en la ronda anterior el Bidasoa. Ni la presencia de Demetrio Lozano hizo cambiar el curso de una nueva hazaña (29-27). Que pase el siguiente, por favor.