La vallisoletana Ruth Gómez luce en Gijón su obra junto a grandes artistas del XX
Forma parte de la colectiva ‘Dobles lecturas. Identidades y ficciones’, que reúne obras de artistas como Francis Bacon, Louise Bourgeois, Grete Stern o Concha Jerez
El Centro de Cultura Antiguo Instituto de Gijón acoge estos días, y hasta el próximo 26 de enero, la muestra Dobles lecturas. Identidades y ficciones, una exposición comisariada por Semíramis González que reúne obras de reconocidos artistas internacionales y nacionales del XX y el XXI como Graciela Itúrbide, Louise Bourgeois, Grete Stern, Concha Jerez, Francis Bacon, Pipilotti Rist, Carmen Calvo o Yasumasa Morimura. Junto a todos ellos destaca la presencia de la vallisoletana Ruth Gómez (1976).
Articulada a partir de los fondos de Circa XX –integrada desde hace una década en el Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos ‘Pablo Serrano’– y de la Nueva Colección Pilar Citoler –la veterana mecenas zaragozana fue la responsable de construir la primera colección durante cincuenta años–, Dobles lecturas indaga en el «cuerpo, la ficción, la identidad y sus múltiples aristas», para plantear «cuestiones estéticas e identitarias como la mascarada, el disfraz, lo teatral, la ficción, la doble lectura y el retrato», en palabras de la comisaria asturiana.
En los fondos de Circa XX se custodia uno de los trabajos de Ruth Gómez, proyectado ahora sobre una de las paredes del Centro de Cultura dependiente del Ayuntamiento de Gijón. Se trata de Animales de compañía, una videocreación realizada por la vallisoletana en 2005 con motivo de su primera exposición individual en la galería madrileña Olivia Arauna.
«Remite al lado más primitivo del individuo, a su instinto de supervivencia, a la relegación de los principios éticos frente al ‘otro’, a quien, sin embargo y pese a todo, estamos (por razones emocionales, afectivas o que simplemente se escapan a nuestro entendimiento) condenados a necesitar. Ahí reside la paradoja y la ambivalencia de nuestras cotidianas junglas –interiores y del entorno-, que trato de explorar a través de un recorrido en el cual uno encuentra conceptos como ‘estatus’, ‘jerarquías’, ‘roles de identidad’, ‘capacidad de adaptación al medio’ o ‘uso y abuso de poder’», explicó entonces la artista vallisoletana sobre su proyecto.
Animales de compañía supuso, para el comisario Ángel Gutiérrez Valero, un «giro» en la trayectoria de Ruth Gómez, al desarrollar un universo de personajes con los que encarnar «su personal percepción de lo cotidiano». Y lo cotidiano desembocaba en batalla, en la pelea de «un grupo muy amplio de personas que habitan una jungla y en el que unos parecen ser verdugos y otros víctimas, herbívoros y carnívoros, devorados y devoradores..., personas de apariencia cotidiana en ambos casos, enfrentándose desde dos posibilidades opuestas; el ser alienado, ahora, es esencialmente un ser aplastado y destrozado, engullido literalmente por otros iguales», como resumió quien fuese el primer director del Musac Rafael Doctor.