De Valladolid a la luna, el viaje pictórico de Luis Pérez en busca de la luz
El artista vallisoletano reúne 73 trabajos en ‘Obras recientes’, su muestra más ambiciosa, en la que reúne un puñados de retratos así como paisajes urbanos y naturales hiperrealistas
Con más de veinte años de trayectoria a su espalda, en los que ha mostrado su arte en numerosas galerías de Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Japón, China, Alemania, Suiza o Sudáfrica, Luis Pérez (Valladolid, 1978) protagoniza estos días en su ciudad la exposición más ambiciosa de las que haya celebrado hasta la fecha. Y lo es por el volumen de obras reunidas, que permite ofrecer al espectador la más completa panorámica del universo artístico del aplaudido pintor hiperrealista, con sus paisajes urbanos y naturales como protagonistas principales.
Y es que, en la que fuera la antigua Galería de Arte Rafael (calle Miguel Íscar, 11), Luis Pérez despliega estos días 73 obras en acrílico de reciente creación, en las que muestra su talento para atrapar la luz, para multiplicar los espacios jugando con los reflejos, para mostrar que la belleza puede estar en cualquier lugar si existe una mirada dispuesta a buscarla. Y un pincel que la evoque, ya sea en estampas idílicas de un luminoso pueblo blanco del Mediterráneo o en un solitario y estrecho callejón de Chicago, con una maraña de cables que se elevan sobre el suelo nevado. «Esos paisajes un tanto costumbristas de Cádiz son dos rarezas en mi trayectoria, pero es que estoy en un momento en el que quiero pintar lo que me apetezca... Y esas calles eran pura luz», reconocía en declaraciones a este diario Luis Pérez, horas antes de inaugurar la exposición Obras recientes, que permanecerá en el citado espacio hasta el próximo 30 de noviembre.
Con esa libertad, Luis Pérez vuelve a mostrar su amor por Richard Estes, refractando la luz sobre la carrocería y la luna de un lujoso coche –un motivo que hacía tiempo que no abordaba– aparcado en una calle de Londres, o confundiendo al espectador al crear una especie de díptico asimétrico a partir del reflejo de un escaparate que duplica la realidad contemplada. Y luce otra «típica» composición suya, con una calle cubierta por la nieve, en una zona residencial de Nueva York, convirtiendo el asfalto en una suerte de ondulante lienzo blanco sobre el que proyectar huellas y sombras.
Y nos muestra el skyline de Nueva York al anochecer, con su miríada de ventanales iluminados, tantos como historias sugieren. Frente a esa composición, un puñado de escenas cercanas que anticipan proyectos por venir, con el río y los pinares de Valladolid como protagonistas; también con rincones reconocibles de la ciudad, como el carrusel de la plaza Mayor en Navidad.
En Obras recientes, Luis Pérez se deja seducir tanto por arquitecturas minimalistas, como la Fransworth House de Mies Van Der Rohe, como por la colosal naturaleza de EEUU, llevando al lienzo escenarios cinematográficos como la Cannon Beach de Oregón (Los Goonies) o la Hoh Rainforest de Washington (El retorno del Jedi ). A veces, la monumental naturaleza no es sino el particular macguffin del pintor, pues lo que importa es la luz, anaranjada sobre las aguas de la costa de Washington al atardecer, malva sobre una de las caras del Mount Rainier, o clara en una luna menguante sobre el citado monte, que el vallisoletano se atrevió a pintar el pasado año.
En Obras recientes también se puede contemplar media docena de mujeres anónimas, pintadas este mismo año por el responsable de la serie Citizens, junto a un retrato de un pensativo columnista vallisoletano en una mesa de El Colmao de San Andrés.