El Museo de Escultura suma a su colección su primera talla de José Esteve Bonet

De él se dijo que por «su fecundidad y por la índole y el mérito de sus obras», pudo considerarse el «Salzillo de Valencia». Fue escultor de cámara honorario de Carlos V y director de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos que fundara Carlos III. José Esteve Bonet (Valencia, 1741 - 1802) ingresa ahora por primera vez en el Colegio de San Gregorio de Valladolid para enriquecer los fondos del Museo Nacional de Escultura con la talla de una Virgen del Carmen.

Se trata de una escultura en madera policromada y dorada, arropada con tejidos de seda bordados, adornados con oro, plata y gemas. Una obra adquirida por el Ministerio de Cultura en subasta pública celebrada por la Sala Ansorena, el pasado mes de septiembre, tras abonar el precio de remate de 6.500 euros, más gastos inherentes.

Aunque, como se recuerda desde la Real Academia de la Historia, parte de su obra se perdió en la Guerra Civil, el maestro compendió entre 1762 y 1802 toda su producción en un libro de anotaciones que llamó Liber veritatis (Libro de la Verdad), con detalles de los emplazamientos, pagos y encargos, que solían llegar del clero regular, así como de los párrocos de pueblos del antiguo reino de Valencia y de los aristócratas.

Gracias al citado libro, recordaban desde la sala de subastas, se sabía que realizó varias imágenes de vestir de la Virgen del Carmen. Una de ellas, entregada el 8 de julio de 1768 a una mujer dedicada a la venta de carbón que residía en la calle San Vicente de Valencia, coincidía en las medidas con la adquirida por el Estado.

«Tipológicamente, presenta numerosos paralelismos técnicos y formales con una obra desaparecida, conocida gracias a algunas fotografías, que pertenece a su primera época: la Virgen del Carmen de vestir del retablo mayor del convento de Carmelitas de Caudete. Realizada en 1763 ambas piezas muestran un modelo mariano sereno y dulce, con cierto aire clasicista, de ojos almendrados, cejas finas y suave mentón. El Niño es prácticamente idéntico en sus facciones, el modelado de los cabellos y en la posición cruzada de las piernas. Esta obra, a diferencia de la de Caudete, presenta una rica base con decoración polícroma que imita el mármol y una banda de laurel dorada. La estructura de madera de la imagen de vestir reposa sobre el tradicional cúmulo de nubes plateado, típico en la producción del escultor, en el que aparecen revoloteando cuatro ángeles de gran expresividad», detallan desde la Sala Ansorena.

El historiador y ensayista valenciano Francisco Javier Delicado Martínez identifica cuatro etapas en la trayectoria artística de José Esteve Bonet, un escultor que se movió en un contexto entre tardobarroco y protoneoclásico: una primera, de 1762 a 1774, de confusión y ensayo, marcada por la inquietud e inseguridad de las obras primerizas; una segunda, de 1775 a 1781, de ordenación, donde predomina la uniformidad, la conformidad al canon, a la norma, con obras de imaginería ingenuas; una tercera, de 1784 a 1793, de superación, donde el número de obras realizadas es inferior pero la calidad es mayor; y una cuarta, de 1795 a 1802, en la que la traza y la factura son excelentes.