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El MPH descifra los signos y gestos de Hernández Pijuan y Damaris Pan

Inaugura en tres salas ‘Llaurats’, que repasa los últimos 20 años de carrera del artista catalán, y ‘Oalddidal V’, con la que la joven creadora interviene un espacio del museo

Carvajal, Pan y Hontoria conversan esta mañana en el MPH.

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Diario de Valladolid | El Mundo
Valladolid

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El Museo Patio Herreriano dedica, desde mañana, parte de su programación de otoño a dos artistas de generaciones diferentes, Hernández Pijuan, pintor nacido en Barcelona en 1931 y fallecido en 2005, y Damaris Pan, nacida en Mallabia (Vizcaya) en 1983.

Con Llaurats, la exposición dedicada al primero, el MPH mantiene su afán de revisar la obra de algunas de las figuras más relevantes de la Asociación Colección Arte Contemporáneo. Comisariada por Javier Hontoria y el artista Nico Munuera, la propuesta se centra en el trabajo realizada por el pintor desde finales de los años ochenta hasta 2005, año en el que falleció, planteando una suerte de catálogo de signos, un inventario de gestos, un gran atlas de rastros que el artista dejaba tras de sí sobre la tierra en su contemplación del paisaje.

«Llaurats, tiene una doble acepción. Alude al modo en que fraguan las imágenes en la materia pictórica, en base al conocido tratamiento de las superficies que hace posible las idas y venidas de la luz. Imágenes aradas. También remite a una forma de estar en el espacio que nos redirige al que transitaba el artista. Sus iconografías no solo se entienden por los motivos que alientan la contemplación, sino también por su manera de estar en la tierra, y de esa conciencia del lugar resultan los signos, los rastros, las marcas que pueblan esta exposición. Es una muestra dedicada a ciertos patrones, a un conjunto de ‘familias’, que parece constatar un interés que se despliega reiterándose, una contumaz afirmación del quehacer de un artista», explican los responsables de la muestra.

Hontoria y Munuera encontraron la inspiración en una de las obras del catalán, Signes II. Se trata de un formato vertical donde Hernández Pijuan plasmó uno de los asuntos más frecuentes en su pintura, el espacio acotado. Cuatro de estos espacios acotados, rotundamente verticales, delimitan algunas de las formas iconográficas más recurrentes en su universo pictórico, un «repertorio de signos» que caracterizarían su pintura desde los últimos años de la década de los ochenta.

Las obras de Joan Hernández Pijuan permanecerán en las salas 3,4 y 5 del museo hasta el 20 de abril de 2025, continuando el afán del museo en revisar la obra de algunas de las figuras más relevantes de la Asociación Colección Arte Contemporáneo.

También el sábado, el Museo Patio Herreriano inaugurará la muestra Oalddilal V, de Damaris Pan, en su sala 8. Un espacio que la creadora ha decidido intervenir para la ocasión.

Así, la artista, que estuvo presente en en la primera entrega del ciclo Turno de Réplica (2021), se sirve de un recurso arquitectónico, una columna que da la medida de la altura del espacio, para dotarla de una nueva piel que, además, conecta cromáticamente con el tono del espacio, casi como si siempre hubiera estado ahí. «Junto a ella, volúmenes de un material pobre tienen el aspecto de plintos sobre los que reconocemos formas que, como en muchas pinturas, nos acercan a esa inclinación hacia lo grotesco que predomina en no pocas fases de la exposición. Estos gestos, muecas y giros constituyen el croché al lugar común que resume toda su obra», apuntan desde el museo.

«La reconfiguración del lenguaje del que resulta el título de la muestra es revelador de un quehacer basado en la experimentación y en la renuncia palmaria a las convenciones que rodean a la pintura, como las que todavía sitúan a la representación y a la abstracción en la pugna de siempre», reivindican desde el centro.

Oalddilal V se podrá contemplar hasta el próximo 9 de marzo.