Valladolid indaga en los orígenes del surrealismo en el cine de David Lynch

A poco más de una semana de que se inaugure la 69 Semana Internacional de Cine de Valladolid, la sala municipal de La Pasión abrió ayer sus puertas al Surrealismo fantástico de David Lynch, una muestra comisariada por Antonella Montinaro que pone de manifiesto «la influencia» que tuvo en el autor de Mulholland Drive, para el desarrollo posterior de su filmografía, «su formación en Bellas Artes».

Con el rumor de fondo de la música de Angelo Badalamenti, el espectador puede recordar pasajes de películas como la lúgubre Cabeza borradora, El hombre elefante, Dune o, no podía faltar, Twin Peaks, en las que David Lynch plasmó su universo delirante, oscuro, deforme, perverso y perturbador poblado de seres marginales. Las paredes de la sala municipal se llenan de pantallas, pero también de fotografías o de pinturas que fueron el origen de sus primeros cortometrajes. Espejos flotantes devuelven un reflejo confuso y cambiante.

No hay ningún enano bailarín, pero una venus, un suelo zigzagueante y una gran cortina parecen querer trasladar al visitante al mundo de lo simbólico en una sala adornada por litografías de la oscura y expresionista serie Women y de Paris Suite. 

Surrealismo fantástico de David Lynch permanecerá en la sala de Pasión hasta el próximo 9 de diciembre.