Alicia Soto celebra con un estreno en el Calderón los 30 años de Hojarasca Danza

Tres décadas. Más de una treintena de espectáculos, de propuestas como SKINSite, La petite voiture, Regards, Peur de la couleur o El jardín de las Hespérides. La bailarina y coreógrafa Alicia Soto celebra este fin de semana los 30 años de su compañía Hojarasca Danza con el estreno de Paisajes humanos, una producción de gran formato con la que quiere invitar al espectador «a la contemplación», a «conectar con uno mismo».

Para la celebración, Soto ha buscado la «complicidad» de cuantos la han acompañado en su andadura a lo largo de estos años, como los ayuntamientos de Burgos, León y de Serrada, o el Teatro Calderón de Valladolid que acoge la puesta de largo de Paisajes humanos este sábado, 28 de septiembre, a las 19.30 horas. «En el mundo de la danza, Alicia Soto es una referencia por esa inquietud suya», celebró esta mañana el director artístico del coliseo vallisoletano, José María Viteri, después de que la concejala de Cultura Irene Carvajal subrayase su habilidad para fusionar la danza contemporánea con el teatro y las nuevas tecnologías.

En esta ocasión, sin embargo, la creadora burgalesa se entrega al lenguaje de la danza, del movimiento. «Paisajes humanos se compone de seis cuadros para la contemplación. Son cuadros hechos con el cuerpo, con la iluminación, con el sonido», advirtió Alicia Soto. Para la ocasión ha contado con una «banda sonora» compuesta por el músico Abdellah M.Hassak, que envuelve la danza de Lorenza di Calogero, Selam Zapater, Sara Canet, Encarni Sánchez, Deivid Barrera, Oriol Roca y Adrián Ros. La aclamada Elisa Sanz ha diseñado el espacio escénico y el vestuario.

«Estamos en un momento en el que hay tanto exterior, tanta aceleración, tanto seguir las redes que hemos perdido el contacto con nosotros mismos. Ya no sabemos quiénes somos», reflexionó la creadora. Un viaje a Irlanda inspiró el nuevo montaje de Hojarasca Danza. «Me removió su paisaje, tan fuerte, tan sublime, tan desgarrador, tan alejado del paisaje que ha conformado mi identidad», reconoció Soto antes de recordar que en su trayectoria previa, desde su regreso a España desde Alemania, «la naturaleza, el desierto del trigo», ha estado muy presente en su obra.

Sentir la existencia. Eso persigue la compañía con su nueva propuesta , que huye de una narrativa clara. Soledando, Transhumando, Amando, Misericordiando, Perdonando, y Renovando articulan este Paisajes humanos.

Pese a que con su nuevo montaje Alicia Soto festeja los 30 años de Hojarasca Danza, la coreógrafa ha querida hacer tabla rasa, partir de cero, crear sin mirar atrás hasta el punto de buscar una «metodología nueva». Sin embargo, hay un hilo invisible que lo atraviesa todo, más allá de que en Paisajes humanos una escena pueda remitir a Super Gravity Zero Gravity o que el vestuario evoque a Pina Bausch, de cuyas enseñanzas aprendió. «Hay una poética que tiene que ver con una forma más amable de contar, sin el desgarro o la dureza que podía tener en mis espectáculos de juventud», resumió la bailarina y coreógrafa burgalesa.