Pasión reivindica el legado de El Paso y su ideal de renovación artística
La sala municipal reúne un centenar de trabajos de Saura, Feito, Millares, Suárez, Rivera, Canogar, Francés, Serrano, Chirino y Viola, artistas que consolidaron la abstracción
Gorozarri, Fernández Sobrino, Carvajal y Fernán-Gómez ante dos obras de Viola
Corría el año 1957, en la gris, autárquica y encorsetada España de la posguerra, cuando una docena de creadores alzaron la voz en un Manifiesto para proclamar su voluntad de romper con lo académico; de apelar a la «responsabilidad social y espiritual» de espectadores y artistas; de «presentar una obra auténtica y libre, abierta hacia la experimentación e investigación sin fronteras, y no sujeta a cánones exclusivistas y limitados»; de caminar «hacia una plástica revolucionaria»; de «encontrar la expresión de una ‘nueva realidad’».
Y lo hicieron con pinceladas violentas y libres, arañando el lienzo, abrazando una abstracción pictórica –fundamentalmente– cargada de materia y textura. Formaron el Grupo El Paso dispuestos a «crear un nuevo estado del espíritu dentro del mundo artístico español», a comandar, en otras palabras, el salto a las vanguardias.
Esta mañana, y de la mano de la Fundación Obra Social de Castilla y León, la sala municipal de exposiciones de La Pasión inauguró la muestra El Paso. Signo de una época, reuniendo un centenar de trabajos originales de los componentes del grupo –una veintena son esculturas–, que se mantuvo activo entre 1957 y 1960: Antonio Saura, Luis Feito, Manolo Millares, Antonio Suárez, Manuel Rivera, Rafael Canogar, Juana Francés, Pablo Serrano, Martín Chirino y Manuel Viola.
‘Ordenación del caos’ y ‘Gaucho tomando mate’, de Serrano
Las obras proceden en su mayoría de la colección personal del galerista y editor Fernando Fernán-Gómez, hijo del actor y de la cantante María dolores Pradera, así como de los fondos de Fundos. Está comisariada por Luis Feás.
«Es una colección formada desde el amor al arte, reuniendo pieza a pieza con mucho esfuerzo desde hace 50 años», recordó durante la inauguración Fernán-Gómez, que ha logrado reunir más de 400 trabajos, de los que en Valladolid exhibe una cuarta parte. «Esta exposición tiene la ventaja de mostrar el antes, el durante y el después de la formación de El Paso», abundó el coleccionista, que inició su andadura en el sector en 1975, cuando asumió la dirección de la galería Edad.
Una de las obras de Juana Francés.
«Lo que hizo El Paso fue normalizar la abstracción, que ya existía antes de que se constituyera el grupo, aunque haya quien considere su irrupción como el momento en el que surgió este movimiento en España», advirtió Feás. La proyección internacional que lograron Canogar, Millares, Saura o Suárez, y su participación en citas como la Bienal de Venecia, contribuyeron a ello.
¿Hacía falta valor para romper con los cánones en aquella época, para hablar de una obra libre, por ejemplo, en aquel manifiesto redactado por el crítico José Ayllón? Viola, recordemos, había defendido a la República en las filas del POUM. «Hacía falta valor, sí, aunque no se posicionaron políticamente. Su postura fue politizada por otros artistas de la época que no lograron sus éxitos. Ellos solo querían hacer un arte en consonancia con su época», recordó Feás. Con su época, con las corrientes artísticas internacionales del momento.
Obras de Manuel Viola
La muestra permanecerá en la sala municipal hasta el 6 de octubre. Fundos, de forma paralela, organizará actividades complementarias, como una conversación, el 10 de septiembre, entre el coleccionista y el comisario, o una conferencia a cargo del catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Valladolid Fernando Gutiérrez Baños, el 11 de septiembre.