Diario de Valladolid

Óscar García rinde homenaje en Urueña a la memoria de los pueblos hundidos

Presenta este domingo en Urueña su primera novela, 'El eco del agua', que también llevará a La Cistérniga, el 9, y Rueda, el 10

Portada del libro.

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El Centro e-LEA Miguel Delibes de Urueña acoge este domingo, 7 de julio, a las 12.00 horas, la presentación de El eco del agua. Memorias de un pueblo hundido, el debut literario del cacereño Óscar García Rodríguez, que en sus páginas mezcla la ficción con su propia historia familiar –íntima y, sin embargo, compartida por muchas– en Talavera la Vieja, pueblo extremeño actualmente bajo las aguas del pantano de Valdecañas. Un viaje a la España gris de la Guerra Civil y buena parte del Franquismo.

«He crecido con las historias que contaban mis abuelos acerca de su pueblo. Era una forma de rendir homenaje a algo que ya no existe y al sacrificio que hicieron para salir adelante, por las circunstancias que tuvieron que vivir. Gracias a sus renuncias hoy podemos disfrutar del bienestar del que gozamos ahora. Y conviene recordarlo hoy, que estamos acostumbrados a que nos lo den todo hecho, a buscar resultados inmediatos. La paciencia es una virtud que hay que cultivar, y valorar el esfuerzo», explica el autor, maestro de profesión.

El eco del agua arranca cuando el sacristán de Talavera la Vieja –el bisabuelo del autor– «rescata» dos telas de un retablo del Greco –hoy se encuentran en el monasterio de Guadalupe– que acabó ardiendo durante la guerra. La suerte de las pinturas sirve para ir hilando la historia. Asesinado el sacristán por los nacionales, que lo acusaron de robar las pinturas, su hijo –el abuelo del autor– se verá obligado a exiliarse, dejando en España a su mujer, con la que acababa de tener a su segundo hijo.

El autor con su libro

El autor con su libroPicasa

«Mi abuelo, afiliado a un sindicato, tuvo que huir y solo pudo volver tras demostrar que no había cometido crímenes de sangre. En mi novela he querido contar como era su vida cotidiana, la de los perdedores; la de todos, que en una guerra todos pierden, aunque es cierto que quienes vencieron sintieron una superioridad moral que sufrieron los que perdieron, como mis padres. Cuando empezaban a salir adelante, un edicto condenó al pueblo a desaparecen bajo las aguas del pantano. Fue un doble golpe. Era una pueblo muy rico por la fertilidad de sus vegas. Les tocó volver a empezar de cero en los pueblos de la colonización, al principio sin luz eléctrica ni agua corriente, en barracones, en tierras muy malas para el cultivo... Algo que también han vivido en Palencia, León a Valladolid».

García Rodríguez estará también en La Cistérniga (9 de julio, a las 11.30 horas, en la biblioteca municipal) y en Rueda (el día 10, a las 20.00 horas, en el salón de actos del Ayuntamiento)

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