Concha Velasco dará nombre al renacido Teatro Madrid
La vallisoletana 'alumbrará' la reapertura del Teatro Madrid, en el distrito de Fuencarral - El Pardo de la capital, cerrado desde 2011
La actriz vallisoletana Concha Velasco 'alumbrará' al renacer de un escenario madrileño, abandonado desde hace más de una década. El Teatro Madrid, en el distrito de Fuencarral-El Pardo, llevará el nombre de la actriz Concha Velasco cuando se reabra tras una inversión de 17 millones millones de euros para su rehabilitación. El objetivo es que pueda acoger seis musicales y tres conciertos al año.
Así lo anunció este jueves el concejal presidente del distrito, José Antonio Martínez-Páramo, acompañado del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno que se celebró en este distrito.
El concejal presidente anunció que se acababa de adjudicar la concesión de este teatro, por 25 años, que fue "un referente en su día en el distrito" y en el municipio, aunque actualmente se encuentra en una situación "de deterioro importantísima".
Desde el punto de vista de inversión en la rehabilitación son 17 millones de euros para su reforma "integral y absoluta", y desde el punto de vista cultural también "va a ser un referente" porque la empresa ganadora ha hecho una oferta cultural "muy buena", aseguró Martínez Páramo.
El renovado teatro gozará de un espacio gastronómico importante y también de un espacio abierto vecinal con una escuela de teatro con cursos de verano. "Vamos a intentar que sea un espacio de disfrute del ámbito público y privado", señaló el responsable en declaraciones recogidas por Europa Press.
Proyectado cuando Juan Barranco era alcalde de Madrid, se inauguró en 1992 con José María Álvarez del Manzano ya al frente del consistorio. El espacio abrió tras intentar paliar diferentes problemas derivados del proyecto inicial -en materia, por ejemplo, de seguridad- que marcaron el día a día del espacio. Tras años de gestión indirecta por parte de la empresa Artibus, cerró en 2011, según se dijo en su momento, para someterse a un proceso de estudio de posibles deficiencias con el objetivo de arreglarlas y volver a abrirlo al público con programación de teatro. Nunca se le devolvió a la vida pese a que se llegaron a presupuestar 600.000 euros para su conservación.